Vuelta al barrio
Regresé a la plaza. Hacía tantos años desde que me fui…
Me dirigí al quiosco donde, siendo un chaval, pasaba horas con
la hija del dueño. A escondidas de su padre hablábamos de casarnos, él me tenía
prohibido acercarme a ella por los rumores que corrían sobre mí.
—Hola, qué de tiempo.
—¿Quién eres?
—¿No me recuerdas? Soñábamos con un futuro juntos, cuidando
siempre de que tu padre no nos viera.
Me miró con extrañeza, diría que atónita, entonces decidí
irme, no pretendía molestarla. Por otro lado era previsible, desaparecí sin
despedirme.
Quería dar con alguien que me conociera, recordar viejos
tiempos.
El instituto, eso es, iría al instituto, uno de mis
compañeros soñaba con trabajar allí mismo de profesor, juntos hicimos muchas
trastadas, cada vez mayores... la última
cruzaron todas las líneas. Lo busqué en el patio, era la hora del recreo. Sí, allí
estaba.
—Hola Edu.
—¿Quién eres?
—Soy Fran, Fran Ballesteros.
—¿Fran? Déjeme o llamo a la policía.
No entendía nada, cuando me recordaban, huían.
Solo me
quedaba mi casa familiar, aunque hacía mucho que no sabía nada de los míos.
Abrí las
cancelas del jardín y me acerqué. Tras la ventana vi a mi hermano, mi eterno
rival por las atenciones de nuestro padre, llegamos incluso a las manos. Pero
es que él siempre mentía sobre mí.
Un reflejo en el cristal me hizo girar. ¿Qué era aquello
bajo el árbol? Me dirigí hacia allí. ¿Una cruz? No cabía duda, una cruz y bajo ella una lápida
con una inscripción: mi nombre, la fecha de mi nacimiento y la de mi muerte. Un
recuerdo fugaz me atravesó: el instante en el que fui asesinado.
*-*-*-*-*-*-
Volvemos al reto con un escritor invitado.
Os traigo la primera parte de un relato escrito por mí. No está completo, no.
Comentad quién pensáis que es el asesino.
En los próximos días publicaré, en el cuerpo de texto, pistas que os puedan ayudar y, por último, completaré el relato con la publicación de la última parte. Vendrá de la mano de un autor
invitado: Willy Torres Reyna
Pistas para resolver el reto
.-La quiosquera se había enamorado de otro chico.
.-La última travesura que hizo con el amigo, constituía un
delito.
.-El hermano no quería compartir la herencia.
.-Al padre de la quiosquera le quedaba un año de vida.
2ª parte
Autor invitado: Willy Torres Reyna
¿Era
yo un fantasma?
Llevaba
la misma ropa con la que me habían metido en aquel cajón hecho con tablones de
pino. Con un gesto involuntario mi mano se
cerró sobre el dije que pendía sobre mi pecho, lo único que conservaba de mis
años de enamorado.
La
lápida era de granito gris, no había flores.
De
pronto la puerta de la casa se abrió y pude a duras penas refugiarme detrás del
árbol. Mi madre tenía el cabello
completamente blanco y se apoyaba en un bastón, miró un largo rato hacia donde
estaba escondido.
Creo
que era primavera porque el sol calentaba un poco, mi madre caminó lentamente a
través del jardín y se acomodó el abrigo frente a mí.
—Siempre
te dejo flores, pero el jardinero las tira —dijo en voz baja—. No soporta ver
marchitarse nada.
Levantó la vista y me miró de frente, pero no
me vio.
—A
veces creo que sigues aquí —murmuró—. No me atrevo a decírselo a nadie. Ya
deberías descansar.
Salí
de la casa, atravesé la cerca sin preocuparme de hacerme daño, pasé por el
instituto y lo miré por última vez desde afuera. Me quedé sentado durante un
buen rato frente al quiosco, tratando de
entender el por qué del hachazo en la
cabeza, el ruido y aturdimiento, los chorros de sangre mientras perdía la
visión y los ojos verdes de mi chica que me miraban con asco, con la
determinación de quien mata a un insecto peligroso.
©Willy Torres Reyna
****************
Doy las gracias a Willy Torres Reyna por haber aceptado la invitación a formar parte de este reto/juego literario. Así como a todos quienes han llegado en su lectura hasta aquí, guiados por la curiosidad.
Gracias a todos.
.
.

Es genial, nos vas avisando de que algo ocurre hasta que escribes el final, la solución y constatación de que ya no era él. Un abrazo
ResponderEliminarEster
EliminarVeremos a ver Willy Torres con qué nos sorprende :))
ABrazos.
El hermano es el homicida. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCarlos
EliminarUmmm... pudiera ser, mañana habrá pistas.
ABrazos.
Pudo haberse suicidado, colgándose del árbol donde ahora está su lápida, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Josep
EliminarPero él dice haber sido asesinado, quizás metafóricamente...
ABrazos.
Él es su propio asesino. Mató la parte que no le gustaba de sí mismo.
ResponderEliminarCayetano
EliminarVaya, eso sí que sería darle un giro sicológico. Ya veremos...
SAludos.
Sin duda es el quiosquero, no hay nada como ver a una hija cortejada por un vividor para despertar instintos asesinos.
ResponderEliminarJuan Carlos
EliminarNo te falta razón, pero a ver lo que ha pensado Willy :))
SAludos.
¡Qué bueno!
ResponderEliminarBesos.
Alfred
Eliminar:)) :)) :))
BEsis.
Yo sin duda creo que el quiosquero, al fin y al cabo le queda u año de vida y no quiere que nadie altere la paz que tiene ahora su hija. El hermano me da que es un cobarde y el amigo no lo quiere ver ni en pintura.
ResponderEliminarLirtea
EliminarSon buenas conjeturas. Ya veremos a ver qué se le ha ocurrido a Willy.
BEsis.
Soy malísimo para resolver casos policiales. Me gusta que me lo den todo hecho, jaja.
ResponderEliminarSalu2.
Dyhego
EliminarEn ese caso, a lo largo del día de hoy lo tendrás resuelto :))
SAludos
Al principio he pensado en eso que han apuntado ahí arriba, un suicidio que el interpreta como asesinato por haber sido empujado a ello... Pero, siendo prácticos, entiendo que el quiosquero tiene muchas papeletas, no hay muchos detalles sobre él, pero parece de esas personas que quieren irse "dejándolo todo ordenado"
ResponderEliminarMe gusta la propuesta :)
Beauséant
Eliminar¿Será verdad que todos tenemos dentro un asesino en ciernes? :))
SAludos.
¿Cuánto tiempo conservan sus recuerdos los fantasmas?
ResponderEliminarSaludos,
J.
José A.
EliminarTeniendo en cuenta la poca responsabilidad que tienen y mucho menos obligaciones, entiendo que no se les olvida jamás.
SAludos.
Escribir historias con giros inesperados es atraer al lector, y me parece difícil, pero en estos relatos se ha conseguido.
ResponderEliminarUn saludo
Jesús (luzypapel.blogstpo.com)
Jesús
EliminarMe alegro que te haya gustado. A mí me encantan también esos finales que no se espera uno, tanto escribirlos como leerlos.
SAludos.