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Textos y fotografías de una realidad donde nada es lo que parece
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Lectura grupal con Antonio Sánchez Díaz

 



©Ansadi



Una lectura grupal todos sabemos, es una actividad donde un grupo de personas leen un mismo libro y después lo comentan.  Es, claramente, un acto que enriquece la comprensión del texto abriendo la puerta a múltiples interpretaciones. Personalmente me parece una fantasía de ejercicio. Imagino uno de mis microrrelatos siendo interpretado por distintas personas…

No dejo de pensar que son espacios vivos donde el acto de leer, pasa de individual a colectivo, un ejercicio cultural, una manera de fomentar la comunidad literaria tanto de lectores como de escritores.

 

Pero esto no es nuevo. Estas reuniones han existido siempre a lo largo de la historia…

En la antigua Atenas las academias de filósofos fomentaban el diálogo colectivo para profundizar en las ideas que leían.

Virginia Woolf formó parte del Bloomsbury Group, un círculo de escritores, de artistas en Inglaterra quienes a principio del siglo X, se reunían para leer y debatir sobre arte y filosofía.

Ray Bradbury, autor de Fahrenheit 451, apoyaba los clubes de lectura y talleres donde se comentaban libros.

Pero volvamos al día de hoy. Hablemos con un poeta contemporáneo, Antonio Sánchez Díaz, Ansadi de seudónimo, un escritor con dos novelas publicadas y dos poemarios, estos en Amazon, un escritor que organiza lecturas grupales.

 

—Si yo te pregunto qué me puede aportar una lectura grupal ¿qué me dirías?

—Pues te diría que desde la lectura y elección que hacemos cada uno cuando leemos una obra, un taller grupal aporta opiniones diferentes de cada uno de los miembros del taller, y lo más interesante a nivel de enriquecimiento personal es poder contrastar y compartir estas opiniones.

Muchas veces tenemos distintas apreciaciones o pasamos por alto pasajes o mensajes en las lecturas, y en el taller todo esto se comparte llegando a ser interesante y enriquecedor para el resto de compañeros.

 

—Tengo curiosidad, ¿qué te motivó a crear un taller literario de lectura grupal?

—En mi caso, que soy voluntario de Cruz Roja y también en los centros de mayores en el ayuntamiento de Madrid, mi intención es, a través de la lectura, ayudar a la gente mayor a combatir la soledad no deseada. Me pareció muy interesante agrupar a estas personas y escucharles a través de la lectura de un libro y compartir con ellos nuestras opiniones.

 

—¿Qué tipo de libros sueles elegir, cuál es la característica que te hace elegir una obra u otra?

—La característica principal para elegir los libros es el perfil de lectura que tienen los asistentes al taller. Digamos que adecúo las lecturas al nivel que tienen ellos.

Intento que no se descuelgue nadie.

Ya llevo 4 años con estos talleres de lectura, y al principio comencé con libros de relatos, pensé que era mejor leer historias cortas para que les diera tiempo a analizar lo leído. Ahora ya leemos novelas e incluso algún ensayo.

Intento también que leamos autores contrastados.

 

—¿Cómo se manejan tanto las distintas opiniones o visiones dentro del grupo, como los silencios o falta de participación?

—Como he comentado antes mi intención es que no se descuelgue nadie, y si alguien participa menos porque aflore su timidez yo le hago participar preguntándole sobre algún capítulo concreto o algún recurso del autor. Suelo estar atento a esto.

En cuanto o cómo manejar las distintas opiniones, pues considerando estas opiniones como aportes de cada uno a compartir con los demás y valorándolas como enriquecedoras para el resto.

 

—¿Ha habido algún libro que haya generado un debate inesperado?

—En principio no porque intento evitar temas sensibles como la guerra civil o novelas con tintes políticos.

Sí que es verdad que algunos libros gustan menos que otros, pero yo les digo que es interesante también comentar y dar su opinión sobre por qué no les ha gustado y analizarlo con el resto.

 

—¿Cuál es ese libro, si lo hay, que no te cansarías de comentarlo con otros lectores?

—Para el caso de estos talleres, que son para personas muy mayores, hay un libro que gustó mucho y seguimos comentando y recordando alguna vez, que es "Los ingratos" de "Pedro Simón". Y es que tiene que ver mucho con la España de los años setenta y su costumbrismo.

 

—Por el contrario, ¿crees que hay libros que no se prestan a ser leídos en grupo?

—Pues no estoy seguro de esto, yo creo que cualquier libro se presta a comentar y leer en grupo. Solo que hay que elegirlo en función del perfil de lectura y gustos propios del grupo.

 

—¿Alguna vez ha surgido algún conflicto en las discusiones? ¿cómo se solucionan?

—Suelo estar muy atento por si surge algún conato de discusión. Si es así enseguida lo detecto antes de que surja y desvío la atención hacia otros aspectos de la lectura que interesen.

 


—Tú eres poeta ¿que diferencias notas entre el análisis de una poesía y el de un texto narrativo?

—Bueno, yo soy de los que digo que la poesía no se explica, o se siente o no se siente, o llega o no llega. Aún así hemos dedicado algún día del taller a la poesía y he tenido que explicar su significado. Y esto es más difícil porque no estamos acostumbrados a leer poesía y cuesta más entenderla en general.

También tengo que decir que en los tres talleres de los que soy monitor, siempre, siempre, acabamos el taller leyendo una poesía que yo traigo de un autor que elijo yo. Es decir, de alguna manera fomento en el grupo su lectura y comprensión.

 

—¿Crees que la lectura narrativa influye en tu poesía?

—Yo creo que no, mi poesía sale de dentro en momentos de inspiración, intento que los versos que escribo tengan algo que decir o más bien transmitan algo de emoción a quien lo lea, no solo sean juegos de palabras con cierta carga poética. Y la narrativa es toda una disciplina, todo tiene que tener su orden y su planificación para escribir una novela o ensayo.

 

—Hay algún autor o autora de narrativa que, sin ser poeta, te parezca profundamente poético?

—Pues seguramente, sí. No sé, puede ser Benedetti, Antonio Gala. Pero claro estos eran poetas también.

 

—Háblanos de tu obra…

—Bueno, llevo escribiendo trece o catorce años, y comencé con novela y relatos, y desde hace siete u ocho años escribo poesía sobre todo, aunque también tengo una novela corta prácticamente acabada y que no termino de darle el carpetazo. 

Tengo dos novelas publicadas y dos poemarios publicados, así como un microrrelato ganador en un concurso de escritura on-line (Mundoescritura).

También tengo algunos relatos míos que se han incluído en antologías de finalistas en concursos de escritura breve.

Además tengo un libro de "Haikus" no publicado. Y sigo escribiendo "Haikus".

La primera novela; "Las cuatro calles", es una novela coral y costumbrista ubicada en un pueblo extremeño en los años sesenta. Son cuatro historias cruzadas cuyo punto en común es el pueblo, es mi pueblo natal.

La segunda novela; "Julia", está escrita en primera persona y situada en el Madrid del siglo XXI, aquí rastreo e indago en la personalidad de una mujer actual, intento explorar en su interior y descubrir, mostrar y, de alguna manera medir la fortaleza y decisión que la protagonista atesora.

En cuanto a los poemarios; son una visión personal y subjetiva sobre los sentimientos y emociones que me inspiran los grandes conceptos o ideas que conforman nuestro modo de vida. Conceptos que, a veces irónicamente y otras con cierta resignación, aceptamos, convirtiéndose en guía de nuestro quehacer diario e influyendo en nuestra vida cotidiana.

 

—Algo que añadir…

—Como he comentado antes tengo una novela corta (unas 80 o 100 páginas) que tengo acabada, solo me falta ampliar algún capítulo, pero no acabo de darle el carpetazo. El argumento es peliagudo pues la historia que narro es real y trata de un asunto familiar relacionado con la posguerra civil española.

También tengo preparado un libro de relatos que no he enviado a ninguna editorial.

Y tengo preparado además otro poemario, en este caso incluyo también trece o catorce sonetos, que tampoco he enviado a ninguna editorial.

 



Podéis encontrar a Antonio Sánchez Díaz en las redes sociales,

En Facebook  como  antotrece 

En Instagram como antotrece13






©Manuela_ferca


 

 

 

Anatomía de un microrrelato

 



Cuando anuncian por el altavoz que se ha perdido un niño, siempre pienso que ese niño soy yo”

-Ramón Gómez de la Serna- 

Esta espectacular frase es una greguería de este autor, que sin embargo, funciona perfectamente como microrrelato. Entre otros detalles:

.-Cuenta una historia con inicio, desarrollo y final reflexivo, todo en un mínimo de palabras.

.-El lector reproduce en su mente dos historias, la del niño perdido y la del narrador vulnerable a la búsqueda de su identidad.

.-Partiendo de una situación común, el autor crea una narrativa cargada de emoción y significado psicológico transmitiendo un conflicto interno y una tensión que impactan y perturban al lector.

Esta breve frase podría ser el resumen de una novela de 200 páginas siendo de las pocas greguerías, que a mi juicio, funciona también como microrrelato.


✍Ahora te toca a ti, si quieres crear un microrrelato inspirado en esta imagen, este es tu momento. Subiré, como de costumbre, tu texto al cuerpo de esta entrada junto a tu nombre y url de tu blog.






Guillermo Casstillo  - Microbrevedades -

Si esos son mis zapatos es porque perdí la cabeza.



Campirela_  -Campirela-

La pista que susurra el viento
Los zapatitos descansaban en el campo como si esperaran que alguien los reconociera. No tenían dueño, pero sí historia.
Clara los encontró una tarde mientras buscaba luciérnagas. Eran rojos, con una manchita blanca en la puntera, y olían a sol.
Al día siguiente, volvió con su cuaderno. Los rodeó de dibujos, interrogantes y preguntas escritas con lápiz.
¿De quién eran? ¿Por qué estaban allí?
Un vecino dijo haber escuchado risas en la madrugada. Otro, que esos zapatos habían bailado en fiestas antiguas.
Cada nuevo relato tejía el mapa de un niño invisible, un fantasma de alegría que alguna vez corrió por esas hierbas.
Clara siguió buscando, sin miedo, como quien sabe, que algunas respuestas no se encuentran… se inventan.





Le regalaron unos zapatos y lo llevaron por el mismo camino que había recorrido el muerto.




Los sueños no tienen cuerpo y sin embargo, a veces, duelen. Los pies no tienen sentimientos y aún así, conmueven. 




Azucena estaba paseando por el prado. En un momento dado recordó los beneficios de caminar descalza sobre la hierba, así que decidió quitarse sus botas y calcetines. Las dejó y continuó caminando, con la tranquilidad de que nadie se las robaría. Eso sí, luego debía recordar en qué punto exacto las había dejado.



Ricardo Tribin - Hacia el cambio -

Los zapatos de la esperanza.




Cuando la mochila no pesa y el camino está despejado, los zapatos vuelan.




©Manuela_ferca




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Semilla de papel

 




Leyó en el escaparate de una librería: «La cultura emana del germen de los libros». Presta fue a su casa, tomó un libro y lo enterró en el jardín. Lo regó y creció un árbol de cuyas ramas florecían hojas que, al viento, se juntaban entre sí y se convertían en otros muchos libros.

En el pueblo se preguntan si es brujería o es cierto que donde nace un libro, brotan cien.




Texto de ©Manuela_ferca
Ilustración de @enriferca


Frases que permanecen

 


Esta entrada está especialmente dedicada a nuestro compañero en blog Esteban  - Cayado de sándalo -  porque él dio pie.



Hay frases que pasan por nuestras vidas sin dejar huella. Otras, se hacen imborrables. No importa cuánto tiempo pase ni dónde las hayamos leído o escuchado, siempre las recordamos, están ahí y viven por sí mismas, más allá del lugar donde las hemos encontrado.

 

Quienes escribimos sabemos que no se puede forzar una frase memorable; pero cuando llega, la reconocemos al instante.

Quienes leemos identificamos esas frases especiales porque no solo cuentan algo, sino que acompañan, sacuden, conmueven, nos atraviesan, nos siguen, nos nombran, nos reflejan…  

 

Son frases que los escritores buscan sin buscarlas y los lectores las encuentran cuando menos lo esperan. Para todos, esas frases son un lugar al que siempre podemos volver.

 

Yo, personalmente, me considero coleccionista de frases. Las voy encontrando en libros, películas, en la calle… y las guardo en cuadernos.  

Tengo frases de todos colores y tamaños. Amarillas como soles que me iluminan el día, rojas como luces de alerta, verdes que inspiran esperanza… Algunas son cortas como un suspiro, otras largas como ríos que corren.

 

Pero volvamos a los libros. Si tienes alguna frase que te haya marcado, que te haya gustado de manera especial y quieres compartirla, dime la frase, el título del libro y nombre de autor, la añadiré al cuerpo de esta entrada.

 


 

Manuela Fernández  -Dama de agua-

 

“…todos podemos dar algo. Una jirafa no tiene nada más que ofrecer, solo lágrimas.” -Alexander McCall Smith, Las lágrimas de la jirafa.



Ester -Autodidacta-

“El tiempo, el dinero, el esfuerzo y espacio invertidos en construir para los muertos hubieran podido mejorar bastante la vida de los vivos. Aunque, si se piensa bien, ¿qué más da? Esos vivos no eran más que proyectos de cadáveres.”  -Rosa MonteroLa ridícula idea de no volver a verte. 


Beauséant -El artista del alambre-

"Durante semanas me abrumó la pena, que se había posado sobre mí como un gran pájaro que empollara a sus crías. Y luego, un buen día, sencillamente, emprendió el vuelo. Así aprende uno los límites del amor" -John Banville, Los límites del dolor. 


Chema - Mi mundo de papel -

(…) por poco que la vida nos haya dejado vivir unos cuantos años, y a veces incluso cuando han sido muy pocos, muchos menos de los justos y deseables, todos dejamos una obra completa. Todos hemos sido locamente amados por alguien. Y hemos querido a alguien hasta las últimas consecuencias. Hemos visto el mar enfurecido y gris al principio del otoño. Nos hemos metido en el mar de golpe, de cabeza, o paso a paso, sintiéndolo avanzar centímetro a centímetro sobre nuestro cuerpo. Todos hemos mirado a alguien de lejos y pensado repentinamente: «¡Cómo quiero a esa persona!». Y nos hemos sonrojado y hemos comprado flores." -Milena Busquets, Ensayo general.



Etienne -Ciudad visible-

"Cené en un lugar cerca de Thousand Oaks. Malo pero rápido. Aliméntalos y échalos. Mucha gente. No podemos permitirle que se quede sentado con una segunda taza de café, caballero. Está usando un espacio caro. ¿Ve esa gente al otro lado de la cuerda? Quieren comer. O al menos piensas que deben hacerlo. Sólo Dios sabe por qué quieren comer aquí. Podrían hacerlo mejor en su casa, sacando la comida de una lata. Pero no pueden encerrarse en sus casas. Igual que usted. Tienen que subirse al auto e ir a alguna parte. Mejor para los ladrones que se han apropiado de los restaurantes por aquí. Empezamos de nuevo. No estás humano esta noche, Marlowe.

Malibú. Más estrellas de cine. Más bañeras rosa y azul. Más camas mullidas. Más Chanel Nº5. Más Lincolns Continental y Cadillac. Más cabellos al viento y anteojos negros y gestos y voces seudorrefinados y moralidades móviles. No, espera un minuto. Hay mucha gente buena trabajando en el cine. Tu actitud es incorrecta, Marlowe. No estás humano esta noche."  -La hermana menor, Raymond Chandler.


©Manuela_ferca






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