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Textos y fotografías de una realidad donde nada es lo que parece
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Entre letras y significados

 




El diccionario siempre ha sido uno de mis libros de cabecera.

Recuerdo, siendo yo bien jovencita, el día en el que comencé a leerlo. La A.

Imposible leerlo de manera consecutiva, lo leía a saltos, la curiosidad me podía: una palabra me llevaba a otra a través de su definición, y esta nueva palabra me llevaba a otra y así sucesivamente. El problema surgía cuando una definición contenía varios vocablos que me atraían.  Entonces tenía que volver a empezar desde la palabra original que me llevó a ese punto de bifurcación y pasar a la siguiente para seguir explorando las nuevas definiciones y sus caminos serpenteantes. 

Continué y continué leyéndolo, un día, otro…

Para mí siempre ha sido el diccionario uno de mis libros preferidos. Lo leo con intriga, con expectación, como un laberinto por donde ir pasando con la seguridad de que hay una salida, salida que entiendo nunca podré alcanzar, de hecho, no quiero llegar a ella, porque lo peor que puede pasar en una lectura es la ausencia de intriga.

 

Paralelamente, tengo una libreta en la que anoto palabras que me gustan por su sonido, aquellas cuyo significado desconocía, y otras que, sin saber bien por qué, apenas utilizo.

Palabras como “inefable” “conticinio” “rapsoda” “intemperancia” o “arrebol”

La libreta es la que veis en la ilustración.

 

Para resumir, el diccionario es para mí un compañero en la construcción de mis relatos, cada palabra se convierte en una herramienta esencial para que su estructura sea sólida.


©Manuela_ferca

¿Hay libros malos y libros buenos?

 



Pezibear



Lo primero es distinguir entre un libro y una obra. Aunque parezca obvio, a menudo confundimos sus responsabilidades. Una obra mala puede estar impresa con una maquetación excelente que le dé valor al contenido. Por otro lado, en ocasiones vemos una obra maravillosa con una maquetación deficiente y una pésima portada que, para muchos, reduce su valor.

 

Centrémonos en la obra.

¿Existen obras literarias buenas y malas? Claro que sí, pero tenemos que diferenciar entre lo que consideramos objetivamente una obra mala y lo que simplemente no nos gusta, o lo que es lo mismo, hay que diferenciar entre objetividad y subjetividad.

 

Se dice que objetivamente una obra no es buena, entre otras cosas, cuando:

.-No guarda coherencia en la trama y en la consecución de los hechos.

.-No está claro lo que ocurre porque la narrativa es confusa y resulta equívoca al lector.

.-Recurre constantemente a clichés y hechos predecibles, sin ofrecer frescura ni originalidad.  

.-La puntuación ortográfica no es correcta e impide la comprensión del lector;  las frases están mal construidas, con faltas de ortografía o vocabulario mal utilizado.

.-Finales forzados que no resultan consecuentes con la historia.

.-Diálogos que no aportan nada,  personajes poco definidos.

 

Distinto a todo esto es si nos gusta o no la obra. Puede no gustarnos porque no sea el género al que estamos acostumbrados, porque la historia nos haya aburrido de forma particular, o porque la narrativa haya sido enrevesada para nuestro entender. Pero esto ya es subjetividad y no se puede deducir de esto que sea una mala obra, sino simplemente que no nos ha gustado. Son cosas distintas.


A pesar de que sobre el papel resulte tan claro el evaluar una obra de manera objetiva, en la práctica se da el caso de que obras tan afamadas como Cincuenta sombras de Grey de E.L. James, después de haber vendido millones de copias, ha recibido tantas críticas negativas como positivas en cuanto a su calidad literaria, algunas de lectores y otras de críticos profesionales. Lo mismo sucede con las obras de Paulo Coelho o Dan Brown. 

¿Será que no existe  objetividad posible porque nuestras percepciones están ligadas a nuestras experiencias personales? Incluso en algunos casos, ¿será que hay opiniones que responden a  intereses creados o simplemente a envidias?




©Manuela_ferca



 

 

 

 

¿Todos los libros son publicables?

 





¿Se puede publicar cualquier libro?

La respuesta es sí, poder se puede, pero no se debe, y no se debe por responsabilidad. Explico mi postura.

Entiendo que cada persona tiene derecho a hacer realidad sus ilusiones, a mí me puede hacer mucha ilusión publicar un libro y en los tiempos en los que vivimos tenemos más facilidad que nunca para hacerlo. Pero publicar implica que alguien lo pueda adquirir (pagar) y leerlo. Leerlo requiere tiempo, recordemos que ni el tiempo ni la salud son recursos que se puedan comprar y en cuanto a pagar, el dinero no cae de los árboles. Otra cosa es que compremos un libro y no nos guste, eso no se sabe hasta que no lo lees, pero de eso no hablamos, de eso hablaremos otro día.

Siguiendo con lo que nos trae hoy aquí diré que en este último año he adquirido libros muy buenos, pero otros que tienen una falta ortográfica por cada fragmento, tres por cada página, 28 por capítulo…, que cambia a mitad de la obra los márgenes, la fuente de letra…, que la trama no tiene sentido y un mismo personaje está aquí como está allí como que no está…

Pongo un ejemplo concreto relacionado con lo que estamos tratando: el otro día comenta un tuitero que va a publicar un libro de relatos, que nunca ha escrito ese género, que no le va a dedicar demasiado tiempo porque solo es para practicar. ¿En este caso es justo que publique y por tanto que cobre por el libro? A mí esto no me parece serio, casi hablaría de intrusismo.

 

Publicar un libro requiere un mínimo de responsabilidad en cuanto a su forma y contenido. No digo que tenga que salir impoluto, eso es imposible, que contenga alguna falta o bien de ortografía o de maquetación, pues qué le vamos a hacer, por mucho que se corrija siempre se pasa algo incluso a las más prestigiosas editoriales, pero es que hay libros que se ve que los autores no lo han leído más de dos veces una vez que han finalizado el manuscrito. En cuanto a contenido, escribir no es fácil y requiere técnica.

Este es un problema que ha venido de mano de la autopublicación, hay que reconocerlo. Y que conste que no hablo de obras buenas o malas, repito, que afirmar o negar esta cuestión es difícil, otro día entraremos. Tampoco hablo de libros que me gusten o no. Hablo de libros mal maquetados, de obras que no tienen sentido alguno. El problema, si es que lo hay, es que estos conviven con autopublicaciones de una calidad muy alta incluso superior a publicaciones de editoriales tradicionales.

Sí, los primeros hacen que los lectores no escritores, desconfíen de todos aquellos que no salen al mercado a través de editorial, perdiéndose así verdaderas obras de calidad porque libros autoeditados los hay muy buenos. Hay autores consagrados que han comenzado autopublicando, escritores que se niegan a publicar a través de editoriales por diversos motivos y viven de sus obras porque venden calidad, también hablaremos de esto otro día.

Si todos fuéramos responsables ganaríamos mucho.

¿Cómo lo veis vosotros?


©Manuela_Ferca




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Clausura de la Feria on blog 2024




GDJ



Se da por clausurada la Feria del libro 2024 on blog. No sin antes agradeceros la participación en ella con vuestras obras y deciros que ha sido la más visitada de todas las convocadas hasta la fecha. 


Os emplazo a todos  para la próxima feria en 2025. Si nada ni nadie lo impide, volveremos a celebrarla aquí, en Dama de agua, un espacio de encuentro, un espacio amigo. 

Mientras tanto,  persistamos en nuestro sueño de ser escritor. Cada palabra que escribimos nos acerca un poco más a convertir ese sueño en realidad. 





Ninocare