Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo, en una tarde oscura de invierno, una joven se desposó.
Ilusionada,
avanzaba hacia su nueva morada con sus labios de fresa, su exquisita piel y su
deslumbrante mirada.
Cuando
la novia entró al castillo, las puertas se cerraron tras ella.
Nadie vio al esposo, ni tan siquiera le vio el padre al prometerle la mano de su hija. Solo se sabe de él que era un aristócrata, dueño del castillo y que jamás abandonaba sus aposentos antes del anochecer.
Al caer el sol, hay quien dice oír los pasos de la joven deambular por los pasillos de la fortaleza, incluso hay quien la ve con su traje blanco y su velo deslizándose por la espalda.
Pasea ya sin brillo en sus mejillas y con un hilo de sangre cayendo de su boca.

Algunas cosas parecen condenadas a salir mal desde el principio, ¿verdad?
ResponderEliminarBeauséant
EliminarCierto, hay cosas que se ponen de perfil y no hay manera.
SAludos.
Este cuento me ha recordado una atmósfera equivalente a La caída de la casa Usher de Poe. No digo que sea lo mismo pero hay un eco lejano. Buen relato para un día como hoy.
ResponderEliminarJoselu
EliminarUn gusto verte por aquí. En cuanto a Usher, lo buscaré, es un honor para mí que uno de mis micros recuerde a uno de los grandes.
SAludos.
Un cuento terrorífico, por muy castillo era tétrico asi seguramente asi fue su vida si llego a vivir.
ResponderEliminarAbrazos.
Campirela_
EliminarDa un poquito de pena por la chica, pero es que casarse y no saber con quien...
SAludos.
Un relato muy apropiado para estas fechas, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Josep
EliminarSí, a ver si viene pronto diciembre :)) :))
ABrazos.
¡Je!
ResponderEliminarA mi, es que estas novias me encantan.
Nos hemos puesto un pelín góticos en nuestras bitácoras esta se mana.
Salud.
Erik
EliminarEs que hay que ir con los tiempos ;))
SAludos.
Bienvenido este relato negro, acorde con la celebración de los muertos. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCarlos Augusto
EliminarLa verdad es que también hay literatura de temporada :)) :))
ABrazos.
Pasea, seguramente, muy feliz, para toda la eternidad...
ResponderEliminarSaludos,
J.
José A.
EliminarLo de feliz, no lo tengo yo muy claro :)) :))
SAludos.
Ese Drácula...
ResponderEliminarUn abrazo.
Alfred
EliminarMucho peligro :))
ABrazos.
Ohh, pobrecita....es una historia triste
ResponderEliminarUn abrazo
Stella
EliminarPues sí, sí que lo es :))
ABrazos.