“Fe de erratas”
No fue un beso lo que hizo que Blancanieves despertara, sino
el trino de los pájaros; no fue el roce de unos labios, sino el rocío sobre su
cara; no fue un dulce aliento, sino la brisa en su piel quien le insufló las
ganas por vivir. El príncipe solo estuvo en el momento justo en el lugar
adecuado.
14 de febrero día de los enamorados ;))
Ilustración de Mylene 2401
Texto de ©Manuela Fernández Cacao. Todos los Derechos Reservados
Siempre hay un idiota que llega al final para llevarse todo el mérito ;)
ResponderEliminarPosiblemente tengas razón, y hoy es ese dia para llevarle la contraria a los hermanos Grimm. Feliz día!!
ResponderEliminarPues ya tuvo su mérito llevarse el premio gordo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusta esta adaptación de Blancanieves, la veo mucho más real. Un beso.
ResponderEliminarQuizás todo se reduce a eso.
ResponderEliminarCzasem te ptaki za głośno trylują i książę musi zamknąć okno.
ResponderEliminarPozdrawiam
Traducción:
EliminarA veces estos pájaros trinan demasiado fuerte y el príncipe tiene que cerrar la ventana.
Saludos
Pues muy buen post. Por llevar la contraria a veces.
ResponderEliminarUn abrazo
Chico encuentra chica, un clásico.
ResponderEliminarSalu2.
Me encanta esa fe de erratas. Besos preciosa :D
ResponderEliminarA mí me da rabia que la moral y censura de la época en la que vivieron los hermanos Grimm, transformaran la mayoría de sus historias, la mayoría de ellas tristes y violentas, en lo que no son. Sobre todo los finales. Maldito Walt Disney, cómo ha conseguido engañar a la gente.
ResponderEliminarBonita entrada.
Como la vida misma, Manuela, estar ahí, donde se es feliz, ahí es, pura y bendita casualidad.
ResponderEliminarFeliz miércoles
Muy ingeniosa y curiosa adaptación de Blancanieves, más de nuestro tiempo, maravillosamente conseguida.
ResponderEliminarEnhorabuena, Manuela.
Feliz día, con pelín de retraso.
Así es Manuel. Ya va siendo que las mujeres no nos creamos a pies juntillas, los cuentos!!
ResponderEliminarLas mujeres somos algo más, siempre!!
Besicos muchos.
Fe de erratas:
Eliminar"Manuela"
:)) :)) :))
Ahí la importancia del punto de vista desde el que se cuenta la historia.
ResponderEliminarBesos.
Así que al príncipe se le atribuyó un mérito inmerecido, je, je.
ResponderEliminarPero ya se sabe que los cuentos románticos clásicos casi siempre terminaban son un beso.
Un abrazo.
Quienes se encarhaban de contar la historia solían "beneficiar" a quienes tienen el poder.
ResponderEliminarMe gustó mucho el relato. Y me gusta más esta versión
Besos
Muy apropiado, amiga Manuela.
ResponderEliminarQué difícil es obtener realidad de un cuento o bien qué difícil entresacarla a veces, tan rodeados de imaginación suelen ir contados con el fin de impresionar...
Un abrazo grande.
Has logrado modificar las razones del desenlace de un cuento clásico sin cambiar su final feliz.
ResponderEliminarAnotas con propiedad y credibilidad tu enfoque distinto, manteniendo en todo momento la belleza del relato original.
Y se me ocurre una nueva moraleja… "Los finales felices pueden tener más de una explicación, pero siempre nos dejan con un sabor dulce en los labios" (como lo has hecho tú)
¡Gracias por este hermoso y original momento de lectura!
Muy buena contrapropuesta del cuento clásico de Blancanieves. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminar¡Hola, Manuela! Creo que no se puede explicar de manera más literaria algo tan científico como la relatividad. ¿Nos movemos o nosotros o se mueve nuestro entorno? Distinguir la casualidad y la causalidad esa es la cuestión. Estupendo micro. Un abrazo!
ResponderEliminarEl príncipe era una parte del decorado.
ResponderEliminarQue tonta Blancanieves que se dejó engañar
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