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Textos y fotografías de una realidad donde nada es lo que parece
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El puente de los desamparados

 




La Navidad siempre llega, se le llame o no. 
Quien me conoce sabe que desde hace unos años no es que me haya vuelto un Grinch, pero tampoco me vuelvo loca por estas fiestas. Ahora bien, este año he hecho un esfuerzo y me he propuesto disimularlo. Ya tengo montado el belén, las flores de pascua (de las de mentira) por todos los rincones, luces blancas, de colores, otras que parecen velas, guirnaldas, bolas… Ponerlo lo he puesto, ya veremos para quitarlo la gracia que me va a hacer.

En consecuencia, y a lo que voy, este blog se viste de Navidad, de estrellas, de nieve, de villancicos…

Lo primero es desearos a todos que paséis unos días muy felices, con los vuestros, o si se os apetece solos pues solos, pero en paz, porque la felicidad es paz, paz interior. 










Este relato que a continuación publico, lo hemos escrito entre Ramón Martínez Martín y yo. Escribimos un relato en noviembre respondiendo a un reto que él me lanzó. Si recordáis, en aquella ocasión fui yo quien comencé la historia, la escribí de terror, de sangre, de cementerios…, muy en mi línea y con esto “forcé” a Ramón a salir de su zona de confort, de su romanticismo. Pero donde las dan las toman, y así es ahora él quien me saca a mí del mío comenzando una historia a la que yo doy fin.

Espero que os guste. 

Ramón, mil gracias, amigo.

Y ahora, redoble de tambores… 

 

“Damas y caballeros, jóvenes y mayores, sean todos ustedes bienvenidos al momento más bonito del año, al más cercano, al más emotivo. Con todos ustedes:

 LA    NAVIDAD”




 



El puente de los desamparados

 

—¡No, por favor, no lo hagas! Seguro que con la luz del día ves las cosas de otra manera. Todo tiene arreglo.

Con esas angustiosas palabras, que rompieron el denso silencio que lo rodeaba, Alejandro detuvo su paseo nocturno, con el corazón acelerado. Le encantaba pasear solo, cuando la ciudad dormía, cuando el bullicio y los problemas parecían lejanos, irreales; pero al cruzar el Puente de los Desamparados, distraído pensando en sus rutinas cotidianas, la visión de aquella mujer había detenido, bruscamente, sus pasos.

Se trataba de una mujer joven, con la cara más triste que había visto en su vida. Se aferraba, insegura, a una de las farolas del puente y miraba con auténtico terror al vacío, como si algo la llamara desde lo más profundo.

—¡No te acerques a mí, no des ni un paso más o me tiro!

—¡Tranquila, no quiero asustarte! Está bien, no me acercaré más. Pero bájate de ahí, por favor. Sea lo que sea que te ocurra, ahí arriba no vas a encontrar la solución.

Hablando muy despacio, con el tono de voz más relajado que había encontrado rebuscando en su garganta, Alejandro trataba de tranquilizar a la misteriosa muchacha que parecía atraída por el abismo.

—¿Y qué sabes tú de mí? No te inmiscuyas y sigue tu camino. Mi vida es solo mía y a nadie le importará si acabo con ella.

—A mí me importará. Te lo aseguro. Y ahora escúchame, voy a acercarme muy lentamente y te daré mi mano; cógela, te lo ruego, y bájate de ahí. Te invito a un café y así podemos charlar un poco. ¿Cómo te llamas?

Las palabras de Alejandro hicieron dudar a la mujer y a la luz cálida de las farolas comenzó a llorar como una niña, con una pena honda y profunda, que hizo estremecer a las estrellas del cielo.

—Me llamo Alicia, pero no me distraigas, mi vida terminó, es hora ya de ponerle fin a mi sufrimiento.

Y con estas palabras, la muchacha hizo amago de soltarse de la farola y de convertirse en pájaro.
Pero Alejandro reaccionó rápidamente y de un salto se subió también al puente, a su lado, agarrándose con fuerza a la siguiente farola, y le habló, clavando su mirada verde en las lágrimas de ella.

—Pues si vas a tirarte, Alicia, me veo obligado a seguirte. Soy un caballero y no voy a permitir que hagas ese viaje sola. Jamás me lo perdonaría. Parece peligroso. Así que tú decides. O te bajas conmigo y aceptas mi invitación o volamos los dos intentando alcanzar a la luna. Quizás lo logremos.

La mujer se volvió hacia él, sin dar crédito a lo que escuchaba y lo miró fijamente, como si estuviera loco. ¿Quién era aquel desconocido que se interponía entre ella y su destino? Pero había algo encantador en él, algo que la reconfortaba contra todo pronóstico y eso la hizo dudar por un segundo.

Sus penas seguían hiriéndola muy dentro y sentía un frío gélido recorriéndole por las venas. Parecía tentador seguir a aquel hombre, coger su mano y escapar de allí, muy lejos; pero, ¿cambiaría eso las cosas? En el fondo de su corazón no lo creía.

—Mi vida ha llegado a su fin.

—En ese caso déjame felicitarte, veo que eres dueña de tu vida y has elegido tú misma cuándo concluirla, has conseguido más que yo.

—No te entiendo.

—Yo no puedo, hace dos meses que me diagnosticaron una grave enfermedad, me dieron seis meses de vida. Ya ves, alguien ha elegido por mí.

—Me estás engañando para que desista.

—Ojalá. Cuando paso por este puente miro hacia abajo, admito que los primeros días me sedujo la idea de hundirme en sus aguas y dejarme atrapar en su profundidad, pero he decidido aprovechar hasta mi último día de vida, hasta mi último aliento. Pero ya que estás tú aquí, si quieres te acompaño, nos vamos los dos juntos. Ya ves, lo mío, que me haya subido aquí, no tiene ningún mérito y si me tengo que tirar me tiro contigo.

Alicia le miraba consternada, ese desconocido había logrado ser su centro de atención. Su mente ya no se encontraba en aquel despacho cuando su jefe le informó del despido, no estaba en la infidelidad de su pareja con aquella otra chica, ni en tanto fracaso que de manera continua arruinaba todo aquello que comenzaba. Ahora toda su atención estaba puesta en aquel muchacho que le había extendido su mano. La vida era extraña.

—Tomemos café.

Alicia aceptó asirse a esa voz dulce que le envolvía en una nube de calma y a la vez de intriga. Y bajó de aquel puente.

Una vez en el bar hablaron durante horas. Se contaron sus sueños y sus pesadillas, sus ansias, sus desapegos…, incluso llegaron a esbozar alguna sonrisa. Hasta que cerraron el local. Para ese entonces, algo había nacido entre ellos. Caminaban en la noche con sus manos entrelazadas, no se querían soltar. Se negaban a cortar ese cordón umbilical que ahora les unía y que les hacía ver la vida de manera distinta. Ahora cada uno de ellos era la esperanza del otro. Pero se iba haciendo de día.

—Me dijiste que todo tiene arreglo ¿por qué no te quieres someter al tratamiento?

—Porque no estoy preparado para sufrir. La muerte no me da miedo, me da miedo el dolor. Es un tratamiento extremadamente duro y nadie me asegura el éxito. Ya ves, todo tiene solución, pero la arena de mi reloj se va agotando.

Hablaban de lo que cada uno de ellos, de forma ingenua, habían planeado para el futuro. Llegaron a la conclusión de que la vida era una continua improvisación, no se podía planear. Y en esa improvisación se habían encontrado. Difícil asumir que aquel encuentro fuera a ser una mera anécdota.

—Alicia, no quiero tenerte cerca mis últimos días, no te haré pasar por esa angustia. Hoy nos diremos adiós, yo seré para ti un recuerdo, y tú para mí una fantasía.

—Pero Alejandro, todo esto no puede ser casual, siento que hay algo que ha propiciado que nos conozcamos.

Las palabras de ella no le convencían. La hora de la despedida llegó.

—Haremos algo —dijo Alicia al mismo tiempo que se quitaba una cadena del cuello y se la ponía a él—. Desde pequeña llevo esta cadena, jamás me he desprendido de ella. Quiero que tú la lleves, ella te hablará de mí. Dentro de un año me la devuelves. Estaré esperándote aquí, en este puente donde tú me enseñaste que siempre hay otro camino. No olvides esto que te digo. No me decepciones.

Con un suave beso y un largo abrazo se despidieron.

Transcurrido un año Alicia esperaba en la entrada de aquel puente, como habían convenido. Se había convertido en una mujer segura de sí misma. Su nuevo trabajo no le entusiasmaba, pero le permitía vivir de manera independiente y tener horas libres que dedicaba a escribir. Escribía cartas a Alejandro. Las escribía a mano, en hojas con olor a amaneceres cálidos. En ellas le transmitía aliento, le transmitía coraje, le rogaba que luchara por su vida, que luchara por «ellos», por los dos. Introducía las cartas en sobres y las echaba al buzón de correos con un «Para Alejandro» como toda dirección y sin remite alguno.

Alejandro mantenía en su memoria la figura de aquella muchacha, sus ojos, sus manos… Aquella cadena en su cuello parecía abrazarle y darle entereza para superar sus miedos. Y había seguido el tratamiento.

El amor, cuando es sincero, cuando es limpio, puede con todo y aquella tarde, después de aquel año duro pero lleno de deseo e ilusión, los ojos de ambos alcanzaron a verse, de nuevo uno frente al otro, pero esta vez con todo un futuro por delante para compartir.

 





Autores del relato:

Ramón Martínez Martín    En Facebook     rmartinezmartin      En Inst y Twitter    ramonmm78

y Manuela Fernández Cacao


Ilustraciones de Geralt, lavnatalia y JordanHoliday

54 comentarios:

  1. Siento lo mismo que tú. A pesar de ello, feliz Navidad. Un beso

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    1. Susana,
      Que pases unos días muy bonitos. FELIZ NAVIDAD

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    2. Feliz Navidad y gracias por la lectura.

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  2. Gracias por el relato. Felices días de Fiesta y un maravilloso 2023. Besos

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  3. Estas fechas son momentos para recordar y también para reflexionar sobre el año que termina, de revivir las experiencias que nos han hecho crecer y que año tras año renovamos con nuevos propósitos por cumplir.
    Mi deseo es que se hagan realidad en el 2023 esas ilusiones y que cuando termine el año podamos felicitarnos por haber crecido un poco más y realizado parte de esos sueños.
    ¡Felices Fiestas!

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    1. Katy
      Yo es que nunca miro hacia atrás, en estas fechas menos. Pero coincido contigo en el deseo de que nuestras ilusiones se hagan realidad en este año próximo.
      FELICES FIESTAS

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    2. Sabias palabras. Un saludo.

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  4. No me llaman mucho la atención del todo estas fiestas, además no m sienta bien toda esa comida rara, pero a mis niñas les gusta y vienen mañana, Así que hasta he subido un post para este fin de semana de felicitaciones y todo.

    Y que conste... Normalmente las historias góticas por lo general son muy románticas.

    Besos

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    1. Erik
      Me pasaré por tu blog. Yo no hago excesos, pero ya es un clásico que el día 1 de enero o bien tenga faringitis aguda, o bien una de estas cefaleas que no puedes ni abrir los ojos... Lo mio es fuerte.
      FELICES FIESTAS

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    2. La Navidad es un rollo. 🤣🤣🤣

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  5. Creo que no era la intención, pero el final me ha dejado la duda de si se vieron en esta vida o en la otra.. lo mismo, pasado el año, ambos decidieron saltar juntos.

    Me ha gustado el relato

    Un abrazo.

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    1. Beauséant
      Ya sabes que a los relatos es el lector quien les pone el final. Esa es la magia, así que como tu imaginación dicte.
      FELICES FIESTAS

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    2. Me alegro de que le gustara el relato. Un saludo.

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  6. No podía acabar mejor en estas fechas...Muy bonito
    Feliz Navidad!

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  7. Un relato optimista.
    Me recuerda "Que bello es vivir!
    Besos.
    Feliz navidad!!!

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    1. Alfred
      Síiii, es verdad. Me encanta esa película, ojalá la echen esta navidad por televisión. Es un clásico estos días.
      FELIZ NAVIDAD ¡¡¡

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    2. Una comparación genial. Muchas gracias.

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  8. Un dueto muy bonito, la verdad.

    Un abrazo a ambos y feliz navidad

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    1. Albada
      Me alegra mucho que te guste, y a Ramón estoy segura que también.
      FELIZ NAVIDAD

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    2. Gracias por la lectura. Un placer. Feliz Navidad!!!!!

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  9. Un relato muy bello y muy romántico. Y, como no, con un final feliz, que es lo que se espera de una historia de amor.
    Está muy bien escrito y creo adivinar el cambio de mano, apareciendo la tuya en cuanto se menciona la enfermedad de Alejandro. ¿Me equivoco?
    Enhorabuena por ese trabajo en conjunto.
    Un abrazo para los dos.

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    1. Josep
      ¡No te equivocas! Qué barbaridad, qué buen ojo. Pues sí, yo le introduje ese toque de más dramatismo si cabía, y es que yo soy así, así de tremenda, ainsss...
      FELIZ NAVIDAD !!!!!

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    2. Gracias por la lectura y por su comentario tan interesante. Así da gusto. Un abrazo.

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  10. Felicidades a los dos,me ha encantado el relato y paciencia y ánimo en estas fechas

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    1. Lirtea
      Te deseo lo mejor, unas fiestas muy bonitas y un año 2023 espléndido. Extiende mis deseos a tu familia ;))

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  11. Feliz Navidad.
    Enhorabuena a los dos por el cuento, todo un detalle.
    Un abrazo enorme.

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  12. Un comienzo punzante y amenazador y un final feliz, como corresponde a un cuento de Navidad. Felices días para ti y tu familia. Un saludo.

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  13. Te quedó una publicación preciosa, como todo lo que haces. Tu amor por las letras va de la mano de tu talento y para mí fue un honor, una vez más, escribir a tu lado. Creo que nos compenetramos bien y que logramos convertir dos plumas en una. Tu final fue deslumbrante. Enriqueció mi comienzo del relato. Muchas gracias por tu generosidad y por tu amistad. De tu lado siempre. Un beso muy fuerte y feliz Navidad.

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    1. Ramón
      El detalle fue tuyo cuando me invitaste a compartir un relato. Yo soy la honrada.
      Te deseo, una vez más, unos días maravillosos con todos los tuyos. BESISSSS...

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  14. Muy buen relato de esperanza y con buen final.
    Felices fiestas.

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    1. Toro
      Sí, estamos en navidad, los finales deben ser felices, si no es ahora, ¿qué va a ser el resto del año?
      ¡¡¡ FELICES FIESTAS !!!

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  15. Que no se diga que no estoy presente en la Navidad de Manuela... :)))))
    ¡FELIZ NAVIDAD!

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    1. Ernesto
      Ahí estamos !!!! Sí señor, con Manuela !!! :))) :)))
      FELIZ NAVIDAD

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  16. Casi siempre un café y la compañía adecuada son la solución adecuada a los problemas.

    Saludos,
    J.

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    1. José A.
      Cierto. Se evitarían tantas desgracias si supiéramos escuchar...
      FELIZ NAVIDAD

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  17. ¡Pero qué preciosidad de historia! Me ha encantado Manuela, y feliz Navidad, yo también me estoy volviendo un poco más calmada en temas navideños con el paso de los años, pero aún así, me gusta esta época. Besos preciosa mía y enhorabuena a Ramón y a tí por esta historia tan preciosa y conmovedora :D

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    1. Margarita
      Graciassss. Te deseo un nuevo año muy muy bonito, para ti y los tuyos. FELICES FIESTAS

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  18. Paso a visitarte y dejarte mis buenos deseos para el año nuevo felicidades !! Besos

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  19. Deseo de corazón lo mejor para ti y tu familia en el 2023 que apenas comienza.

    Fuerte abrazo y gracias por tu amistad.

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  20. Flor: El amor, sin fronteras, ni siquiera la de la realidad que a cada uno le toca vivir Y, precisamente, significa que es la Esperanza que no muere la que da vida al amor Hermoso relato! Felicidades para ti y para todos aquellos que pasan por tu blog

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  21. Muchas gracias, Manuela! Que el 2023 te sea propicio, Paz , Salud, y que aquello que te hace feliz esté en tu camino Abrazo!

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  22. Mucho amor y entereza en el relato. Feliz año y feliz vida. Saludos

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