.

Textos y fotografías de una realidad donde nada es lo que parece
.
.
.

Surcos

 






La historia de la roca se hace patente en la huella que deja el agua sobre su superficie. También el árbol lleva grabada su vida, cada año un anillo.

Nosotros formamos parte de la naturaleza y como tal, llevamos nuestra historia marcada en surcos apenas perceptibles.

 

Estas estrías son líneas no imaginarias que se crean y no se borran, que van conformando en nosotros lo que realmente somos, lejos de lo que un día pretendimos ser.

Y así llevamos la estría que marca nuestra vida en el seno materno, donde nos aferramos a la vida por un fino hilo, fino, pero más seguro que lo que nunca volveremos a estar.

La estría que nos limita la infancia, una época incierta donde lo que para unos es cielo, para otros infierno.

La estría de la adolescencia, donde no existe lo imposible, donde el mundo está a nuestros pies.

La estría de la madurez, siempre sin concluir, y tantas otras que nos van surcando hasta lo más profundo de nosotros mismos.

Son huellas que llevamos todos y son visibles solo si miras a la cara del otro frente a frente, sin mentiras ni tapujos. De corazón a corazón.



Texto y Fotografía de ©Manuela Fernández Cacao. Todos los Derechos Reservados




14 comentarios:

  1. Un texto muy acertado. Por eso no hay que rechazar las marcas. Un beso

    ResponderEliminar
  2. Sobre todo las estrías que entornan los ojos; las miradas que hablan.

    ResponderEliminar
  3. Marcas y señales, cicatrices que han dado vida, las reconocemos incluso adivinamos las ocultas, Nos dejas un texto que inspira. Abrazos

    ResponderEliminar
  4. Las podemos llamar estrías, surcos, pliegues o simplemente arrugas. Están ahí, como párrafos cortos de historias largas. Son cristalizaciones de nuestras vivencias, pero en cualquier caso son visibles. Hay otras. Imperceptibles, ocultas, pero igualmente presentes. Son aquellas que tensan hilos en nuestro interior, en nuestro subconsciente y también en eso que algunos llaman alma.

    ResponderEliminar
  5. Certera descripción del ser humano y su evolución. Y bella forma de exponerla!
    Según leía iba repasando esas etapas, en mi vida y en las de mis dos nietas, 11 y 18 años, y me identificaba con ellas.
    Hoy ha habido profundidad en el tema... Siempre lo hay, pero hoy cum laude. :)))))))
    Abrazos Manuela.

    ResponderEliminar
  6. Todos llevamos surcos marcados y no solo en la piel, los hay también en el corazón y, si existe, en el alma. Algunos son tan profundos que llegan a doler.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Las líneas que marcaron y marcaran nuestro camino, la forma en que afrontamos la vida. Besos :D

    ResponderEliminar
  8. Somos y dejamos huella. Pero no siempre esto es bueno.

    Saludos,
    J.

    ResponderEliminar
  9. Así es, totalmente de acuerdo y como dijo el poeta caminante no hay camino se hace camino al andar.
    Feliz semana.
    Un Abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Las estrías cuentan su propia historia, por eso siempre me ha gustado el arte de leer el futuro en la línea de las manos... aunque no crea en ello, me gusta la idea.

    ResponderEliminar

Los mensajes que contengan insultos, palabras soeces o sean anónimos no serán mostrados.