Stephen Mackey
De niña, mi juego favorito era dar vueltas sobre mí misma en
la oscuridad, entre velas encendidas. Nunca supe qué ocurría a mi alrededor,
solo sentía que mi aliento se iba recortando…, hasta un día convertirme en lo
que soy, un alma vagando entre tinieblas.
©Manuela Fernández Cacao. Todos los Derechos Reservados
Intrigante al menos... Un abrazo Manuela.
ResponderEliminarEsta claro que no debo de leer tus relatos por la noche....
ResponderEliminarme gusta.
ResponderEliminarTan espeluznante la imagen como el microrelato.
ResponderEliminarSaludos
El alma que vaga es el recuerdo de lo que falta. Buen micro, abrazos
ResponderEliminarQuizá sin saberlo realizaba algún tipo de invocación...
ResponderEliminarJope!
ResponderEliminarTe quedas algo mareado.
Abrazo.
Me encanta como describes, como narras. Besos :D
ResponderEliminarHay cosas que es mejor no hacerlas, por si acaso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alguna vez he tenido algún sueño parecido, pero nunca he sido capaz de darlo a conocer de modo tan tristemente bello.
ResponderEliminarUn abrazo, Manuela.
Espero tener mejor destino final.
ResponderEliminarGlups...
dar vueltas hasta marearte en la oscuridad, debe ser como tomar ciertos medicamentos sedantes... habrá que probarlo.
ResponderEliminarabrazos!
"Es posible que así sea, en realidad todo es posible, tan posible como lo contrario."
ResponderEliminarLo tuyo es ¡no pillarte los dedos! :)))))))
Claro que con esa infancia...
Abrazo Manuela
Es curioso como nos atrapan esos recuerdos de niño que nos parecen algo raro y sin embargo lo tenemos mas que presentes, sin duda marcaron una etapa de nuestras vidas.
ResponderEliminarMuy bien descrito.
Feliz fin de semana.
Saludos.
Me gusta la intensidad bella de lo que escribes
ResponderEliminarCorto y al punto, tu sentido escrito.
ResponderEliminarAbrazo grande, muy querida Manuela.
Cuando una es niña nos gusta hacer estas cosas. Dar vueltas es muy divertido porque acabas mareada y te das golpes en los muebles.
ResponderEliminarAbrazos, Manuela, y sigue escribiendo.
Pobre niña, antes cuando se le terminaran las velas podría dar la luz, pero ahora con el precio que está...
ResponderEliminarSaludos