Déjà vu

 

 

De nuevo he tenido problemas con el ordenador. Es increíble,  vas a comprar algo, vas al Corte Inglés por aquello de la garantía de tienda, eliges un hp, das el dinero que te piden, así,  euro tras euro, y resulta que  te dan un mamarracho de aparato que se estropea cada dos por tres.

 

Me encolerizo cuando el usuario cumple y  no le dan las prestaciones que ha pagado (sobre todo si ese usuario soy yo, claro está)

Da miedo comprar cualquier cosa que tenga que funcionar de forma eléctrica, vamos a  tener que salir de casa con un abogado al lado (o mejor directamente con un  guardia civil). Porque es que además, reclamas  y lo que consigues es trastornarte más, el que tienes en frente con decirte: “Yo no puedo hacer nada, solo soy un empleado” tiene bastante, chico, a quién protesto, ¿al maestro armero? Vale, hago la protesta por escrito pero lo que tengo es más de lo mismo, que ellos solo son empleados. Pues nada, me voy a la próxima junta de accionistas y a ver si allí hay alguien que me diga que si, que ellos son a quienes  tengo que dirigirme.

 

 

En cualquier caso  de nada sirve darse de cabezazos contra la pared que luego no hay rizos que tape los chichones, es más práctico buscar una solución, así que ya  he encontrado la forma de no tener estos paréntesis, paréntesis que afectan al terreno laboral, a la venta de mi libro, al desarrollo del nuevo que está en curso…, no es baladí, pero bueno,  bueno, espérate, me callo que lo mismo mañana lo que me falla es la fibra óptica que tampoco sería la primera vez, ni la segunda, ni la tercera que se estropea y si, pago religiosamente mis recibos todos los meses, pero a pesar de ello, la ultima vez estuve tres días sin Internet y no me rebajaron ni un euro de la factura, porque decían que no tenían la culpa ellos. Es que siempre perdemos los mismos, los curritos. Yo ya estoy un poquito can-sa-di-ta.

 

Pues eso, que siento no haberos comentado en vuestros blogs, con lo que a mí me gusta ir de visita, pero ahora ya,  estad atentos que voy. Ya sabéis, si voy por la mañana un café muy calentito y sin  espuma, y si voy por la tarde noche me va bien una cerveza o en su defecto a un rioja tampoco le hago ascos. Hombre, digo yo que después de tanto tiempo… Yo llevaré el picoteo.

 

 

 

 

Ilustración de la Red libre de copyright

Texto de ©Manuela Fernández Cacao. Todos los Derechos Reservados