Cuentos de adúlteros desorientados
Colección
de 27 relatos breves cuyo nexo son las infidelidades surgidas de matrimonios
rutinarios.
Relatos
en los que no se exploran las relaciones humanas en sí mismas, sino la
psicología de quienes las protagonizan. El autor no se detiene en los
sentimientos, su interés radica en comprender qué ocurre dentro de cada
personaje para que actúe como lo hace.
El cepillo de dientes, El móvil, El sofá cama…
son algunos de los relatos que incluye este libro que a partir de hechos
triviales, convierte lo cotidiano en absurdo, incluso en patológico. Todo envuelto en la ironía característica de
Millás.
En estas historias el sexo aparece de manera natural,
desvinculado del amor o de la entrega emocional: las relaciones son mero vehículo
para indagar en la mente humana, ejercicio claro del realismo psicológico.
El estilo es directo, sin adornos innecesarios, con una
narrativa fluida y frases largas que el autor domina con maestría en todas sus
obras.
Entre
los relatos destaco: El paraíso era un autobús, historia en la
que un hombre y una mujer coinciden cada día en un mismo autobús. A partir de
ese momento, y en silencio, se da una conexión entre ellos que perdurará. Sutil,
emocional, delicada y melancólica, un amor estrictamente platónico, aunque en
el prólogo se afirme que no existe el platonismo en la infidelidad.
Este
relato es una oda al amor idealizado, al amor contenido. Una crítica a la
soledad, a la incomprensión. Yo diría que es la nota discordante del libro, y a
la vez, el relato más bello.
Una última puntualización: como ya sabemos, un libro de relatos
contiene textos con un nexo común, pero cada historia debe aportar algo nuevo
al lector. Pues bien, en este volumen hay textos que repiten la misma esencia,
el mismo mensaje; incluso alguno termina casi con la misma frase que comienza
el siguiente. Todos esos, a mi modesto entender, sobran.
Para resumir: humor negro, desasosiego existencial, y la
maestría narrativa a la que Juan José Millás nos tiene acostumbrados.
.

Durante unos años, los noventa, leí mucho a Juanjo Millás, creo que todo lo que había escrito, pero me cansé de su esquema narrativo. Leí El Mundo y ha sido lo último que he leído de él. Llega un momento en que un novelista te cansa por la reiteración de tics narrativos, se te hace demasiado conocido y buscas otras coordenadas. Saludos.
ResponderEliminarJoselu
EliminarYo también he leído mucho de este autor. A mí me encanta cómo maneja la narrativa, esas frases tan largas y sin embargo tan bien definidas... De momento no me he cansado de él (ejej) pero te entiendo porque hay otro autor , de cuyo nombre no quiero acordarme, que después de leerme cinco libros de él, dije: ni uno más :)) Esas cosas pasan.
SAludos.
Parece interesante. Un beso
ResponderEliminarSusana
EliminarInteresante te lo aseguro.
BEsis.
Me chifla el Millás. Y cuando se pone en plan binomio con Arsuaga (el paleontólogo), entonces, ya es un viaje al nirvana. Me chifla en letra, me chifla en podcast, en video y en persona. Seguro que será una delicia con sus toques irónicos y de "buen rollo".
ResponderEliminarVoy a por el libro. Buena reseña, Manuela.
Ricard
EliminarEl libro que ha publicado con Arsuaga no lo he leído, pero por lo demás, en todo de acuerdo contigo.
BEsis.
Es un cachondo mental y da gusto.
ResponderEliminarSalud.
Erik
EliminarSí, se le ve con mucho desparpajo en las entrevistas :))
SAludos.
Una buena reseña y acogedora lectura. Un abrazo.
ResponderEliminarCampirela_
EliminarMe alegro que te haya gustado.
ABrazos.
No lo he leído, tampoco se si es lo que necesito ahora. Abrazos
ResponderEliminarEster
EliminarLa elección de lectura debe nacer dentro de uno mismo. Es importantísimo que coincida el tipo de lectura con lo que en ese momento pida tu propio momento vital.
ABrazos.
Me encanta Juanjo Millas. Siempre me sorprende. De cualquier cosa cotidiana te saca su lado imaginativo. Transforma la realidad anodina o corriente en algo sorprendente que tiene una dimensión inesperada. Yo siempre digo que Millas es el Cortázar español, el de los relatos.
ResponderEliminarNo conocía este libro. Me lo apunto.
Gracias por traerlo aquí.
Cayetano
EliminarEstoy completamente de acuerdo. El primer libro que leí de él, recuerdo que fue El mundo, me sorprendió con qué naturalidad escribía, cómo describía una escena con unas frases larguísimas en las que no se perdía el hilo (parece tontería pero no lo es, es muy difícil) y de ahí comencé a leerle y seguirle.
SAludos.
Un autor con una obra muy apetecible, su forma de narrar se te hace muy próxima.
ResponderEliminarEl relato que nos sacas de ejemplo, me recordó una película americana, de los años 80, creo.
Saludos.
Alfred
EliminarTodas las hitorias están inventadas, lo que las hace distintas es la forma de contarlas.
SAludossss...
Gracias por trerlo.saludos.
ResponderEliminarFiaris
EliminarGracias a ti por venir hasta aquí.
SAludos.
Me ocurrió algo parecido a Joselu, en el primer comentario... me ha pasado con varios autores, que parece que le han pillado el truco a un estilo y les cuesta apearse del mismo...
ResponderEliminarBeauséant
EliminarPienso que lo que se le nota es que Millás tiene un estilo muy determinado fruto de su trayectoria, una narrativa muy estudiada. Millás tiene artículos teorizando sobre la técnica del relato breve. Además, este libro es una compilación de relatos que él había escrito a lo largo de años, no es expreso para un libro. No creo que una narrativa tan magistral pueda simularse.
SAludosss.