Imagen: dgsstudios
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Aquella soledad en el espacio, estaba a punto de volverme loco, hasta que vi una puerta hacia otra dimensión, solo un segundo me bastó, para decidir a traspasarla.
Las coordenadas eran laa que marcarían mi regreso al pasado
Mi futuro, estaba ya agotado.
Cuando cerré tras de mi la puerta estelar, solo deseaba volver a ver mis verdes montañas y mi bañarme en ese río de aguas bravas.
Rebeca Gonzalo -Crónicas de la loca que cazaba nubes-
Siempre había oído que el espacio exterior era pura inmensidad y vacío. Sin tiempo acortando nuestros latidos. Supongo que una vez ahí arriba, quise experimentarlo. Por eso solté mi equipo de la seguridad gratificante de la nave. Una improvisación arriesgada y estúpida. Todo tiene su fin y yo acababa de sellar el mío.
Cayetano -La tinaja de Diógenes-
Todos los días la misma cantinela: levantarme, asearme, tomarme un café de pie en la cocina, comprobar que los niños también se han levantado, prepararles el desayuno y acompañarles al bus escolar. Luego, sacar el coche e irme pitando pal curro.
¡Cielos, no arranca!
Pues nada. Me iré volando al trabajo.
¡Horror. Las nueve y cinco. De esta seguro que me despiden!
Ricardo Fernández Literatura -La palabra es magica-
Abro los ojos y me veo rodeado de estrellas flotando en el espacio mal protegido por un traje espacial que parece comprado en una tienda de "chinos". Frente a mí un gran reloj de aspecto y colores irreales.
Cierro los ojos y me prometo a mí mismo que no volveré a ver esas series tan malas de ciencia ficción que me provocan pesadillas.
Vuelvo a abrirlos y el entorno es el mismo. A veces los sueños se hacer realidad.
Erik -Noctambia-
Guillermo Castillo -Microbrevedades-
Manuela Fernández -Dama de agua-
Árboles, ríos y un cielo azul eterno... La nave ha estallado
y navego entre estrellas infinitas con la brisa del bosque rozando mi piel y un
tic tac invisible que me dice que el tiempo se agota. No sé si floto en el
vacío del espacio o en un sueño del que nunca despertaré.
Aquella soledad en el espacio, estaba a punto de volverme loco, hasta que vi una puerta hacia otra dimensión, solo un segundo me bastó, para decidir a traspasarla.
ResponderEliminarLas coordenadas eran laa que marcarían mi regreso al pasado
Mi futuro, estaba ya agotado.
Cuando cerré tras de mi la puerta estelar, solo deseaba volver a ver mis verdes montañas y mi bañarme en ese río de aguas bravas
Gracias, Manuela por esta iniciativa.
Campirela_
EliminarGracias por tu participación :))
SAludos.
Mmm creo que me vas a tener por aquí escribiendo. 🤔
ResponderEliminarUn abrazo.
Rebeca
EliminarTe cojo la palabra :)) :))
ABrazos.
Qu reto tan especial y la participación de Campirela siempre insuperable. Un abrazo
ResponderEliminarEster
Eliminar¡Gracias!
ABrazos.
Todos los días la misma cantinela: levantarme, asearme, tomarme un café de pie en la cocina, comprobar que los niños también se han levantado, prepararles el desayuno y acompañarles al bus escolar. Luego, sacar el coche e irme pitando pal curro.
ResponderEliminar¡Cielos, no arranca!
Pues nada. Me iré volando al trabajo.
¡Horror. Las nueve y cinco. De esta seguro que me despiden!
Cayetano
EliminarMuchas gracias por tu participación.
SAludosssss...
Siempre había oído que el espacio exterior era pura inmensidad y vacío. Sin tiempo acortando nuestros latidos. Supongo que una vez ahí arriba, quise experimentarlo. Por eso solté mi equipo de la seguridad gratificante de la nave. Una improvisación arriesgada y estúpida. Todo tiene su fin y yo acababa de sellar el mío.
ResponderEliminar_ _ _
Aprovecho a participar con este micro en otro reto fuera de la blogosfera.
Mil gracias por la propuesta, Manuela. La imagen me parece espectacular y sugerente.
Rebeca
EliminarEl texto es tuyo. BEsisssss...
Yo, el hombre de los relojes. Aunque mas por no llegar tarde, que al final terminó convirtiéndose en colección, floto ahora perdido en esa inmensidad sin limites de belleza infinita.
ResponderEliminarMiro a mi alrededor y tomo finalmente conciencia, de que ahora ya, si que jamás faltare a mi cita.
Erik
EliminarMuchas gracias por tu participación :))
SAludossss...
La Cuna Olvidada
ResponderEliminarEl capitán Antón miró el punto azul. "No se puede vivir en una cuna para siempre," pensó, recordando a Tsiolkovski. Él y su tripulación, hechos de materia estelar, regresaban a la Tierra para un reabastecimiento de emergencia de la nave Nómada. Al acercarse, vio una esfera radiante y pulcra. No había ruinas. Intrigado, Antón activó el canal de comunicación. Una voz artificial respondió desde el planeta: «Somos los nuevos inquilinos. Ustedes son la basura que ella expulsó por sobrepoblación. Volved a vuestro espacio, capitán. Esta es nuestra nueva cuna».
Guillermo
EliminarMuchas gracias por tu intervención.
SAludos.
Abro los ojos y me veo rodeado de estrellas flotando en el espacio mal protegido por un traje espacial que parece comprado en una tienda de "chinos". Frente a mí un gran reloj de aspecto y colores irreales.
ResponderEliminarCierro los ojos y me prometo a mí mismo que no volveré a ver esas series tan malas de ciencia ficción que me provocan pesadillas.
Vuelvo a abrirlos y el entorno es el mismo. A veces los sueños se hacer realidad.
Ricardo
EliminarMuchas gracias por tu historia.
SAludos.