Titulo: Tres marrones
-El turnado
Autor: Peqpantx -David Breijo-
Editorial: Uno Editorial
De venta en Amazon
Cuando hablamos de Tres marrones, hablamos de una trilogía
de la que se han publicado los dos primeros títulos, El turnado, es el primero,
La duda, es el segundo.
Vamos a hablar del primero, El turnado.
En El turnado, la pretensión fundamental
del autor es hacer llegar al ciudadano información sobre el derecho de la
propiedad intelectual. David Breijo hace constar en sus primeras páginas la
complejidad del tema, el desconocimiento que la sociedad tiene sobre él y cómo
debería ser una asignatura más que se impartiera en los centros de educación.
Peqpantx, seudónimo que el autor utiliza para firmar sus
obras, analiza la complejidad de la piratería en las redes, el sentir de impunidad que se desprende de esta práctica, la facilidad para localizar contenido y copiarlo de forma
fraudulenta, las razones que llevan a cometer este acto ilícito,
la normalización de esta conducta a veces incluso de forma inconsciente…
La cuestión es que el protagonista, los personajes, casi son
excusas, soportes, para llevar hasta el lector el fundamento de la publicación:
la divulgación del conjunto de derechos que existen ante la propiedad
intelectual. En pie de página nos trae lo que, para cualquier letrado o
estudiante a serlo, puede constituir un legado: referencias de las leyes vigentes,
jurisprudencia, ejemplos reales...
La historia recae sobre un abogado de oficio, cómo ha de estudiar cada uno de los casos que tiene que defender, casos de índole tan diversa que desconoce muchos de los temas en los que se desarrolla, teniendo poco tiempo para ponerse al día en ellos, lo cual, también pone en valor la vida tan estresante que puede llegar a ser la de un abogado de turno, yo sinceramente lo desconocía. Nos metemos en su piel, en su cabeza y vivimos con él la historia que le acontece, vemos lo que ve él, sus pensamientos. Me ha encantado las deducciones que hace, la lógica tan matemática con la que analiza las cuestiones para descartar o no la acción a seguir.
El autor utiliza un lenguaje cotidiano, pero es evidente que es letrado en ejercicio y el argot no deja de estar presente. En cualquier caso los diálogos, las escenas, hacen una lectura amena y cercana.
Es cierto que nos rodea la propiedad intelectual, nos rodea en la vida cotidiana y a pesar de ello nos falta información, el uso de Internet lo ha llevado a extremos y habría que darle la importancia que requiere. Desde luego este libro nos abre los ojos y nos acerca al problema de la piratería y nuestros derechos.
Personalmente me ha llamado mucho la atención la lectura de este libro. Interesante por los datos en derecho que ofrece y valioso por el arduo trabajo que le precede.
David Briejo podría haber escrito tres libros en lugar de uno solo: uno de ellos la historia del
protagonista, el abogado con su vida estresante, su trabajo, su vida… Otro un libro de
no ficción, explicativo de la cuestión en sí: el derecho de la propiedad
intelectual y la piratería, y por último
una novela donde narrar la historia de una clienta en particular, Julia, un caso que nuestro abogado tiene que defender con relevancia primordial en este libro. Pero no, el autor, de
manera muy inteligente y hábil, aúna las tres historias, las enhebra y nos la
entrega en un solo libro, y lo que es más, nos hace desear leer la segunda
parte a través de un final impredecible.
¿Desde cuándo te viene la afición a escribir?
—Desde pequeño. Pasábamos las vacaciones en el pueblo de mi madre. Íbamos a la biblioteca, cogíamos libros y escribíamos nuestras historias. Siempre me entretuve escribiendo.
Ya conoces lo que es ser letrado y escritor, de comenzar de nuevo ¿qué priorizarías?
—Difícil pregunta, la verdad. Como escritor, disfrutas mucho poniendo negro sobre blanco historias que te rondan la cabeza. Compartirlas, como cuando le cuentas cuentos a tus amigos. Pero no te da para vivir, necesitas otra actividad.
Como letrado, la profesión te obliga a ahondar en muchos temas. Te abre mucho la mente y aprendes mucho más que simples leyes. Mediante el desarrollo de esa profesión puedes ayudar a gente y, cuando lo consigues, es una sensación gratificante difícil de superar.
—Mal, muy mal. Tienes que adecuar tu tiempo entre el trabajo y la vida familiar. Si te sobra tiempo, intentar ponerte a escribir -si es que te quedan fuerzas-.
—Es un tema que me ha encantado desde el principio. A nivel aficionado siempre he buscado información. Pero para este libro tuve que buscar mucha información y, al no tener una base firme, tener que buscar dónde contrastar la información. Encontrar libros que te expliquen, de una forma entendible, «para dummies» como dicen, es muy difícil. Y vuelve el tema del tiempo que tengas para ello.
—Nunca te hace gracia saber que eso ocurra, no deja de ser una falta de respeto al autor, que ha dedicado su tiempo y esfuerzo para poder presentarte algo que te pueda servir, que te ayude a evadirte, o que te produzca sensaciones.
Pero con este libro en particular, no me lo tomaría tan mal. Este libro trata el tema de la piratería, del daño que hace. Intento con él que el lector se conciencie del trabajo que lleva para el autor, que es un trabajo y todos los trabajos deben ser remunerados, que hay opciones legales si no tienes dinero… También que se conciencien de dónde va el dinero que creen que se ahorran, donde en muchas ocasiones van a financiación de actividades, cuanto menos ilícitas.
Pero creo que el escritor nace. Esa sensación cuando escribes, reflejando lo que tienes en la cabeza sobre un papel, es innata. Acabarás haciéndolo antes o después. tendrás esa inquietud hasta que lo publiques. Ese escritor no parará de escribir, aunque no acabe publicando. Tendrá mil ideas en la cabeza, y le dará otras tantas vueltas. No se la quitará de la cabeza hasta que la vea en una libreta.
Esa es la diferencia que yo veo entre el escritor y quien escribe un libro.
¿Qué tiene Castaño, tu protagonista, de ti?
—Creo que, menos la edad y la apariencia física, casi todo. Aún me queda algo de pelo, y llevo barba en vez de solo bigote. No llevo gafas, aunque ya empieza la presbicia a saludarme.
Me reflejé para intentar darle la mayor credibilidad a ese personaje. Soy igual de despistado, torpón, ansioso, me estreso por lo mismo que él, sufro lo que él por los asuntos, la familia. También sus anhelos: no quieres grandes casas ni lujos. Con tener una vida tranquila, en compañía de tu familia, ya eres feliz.
Algo que añadir…
—La experiencia de autopublicar me ha encantado. Sobre todo por dos motivos:
Parece muy interesante. Un beso
ResponderEliminarSusana,
EliminarSí, sí que lo es, lo ha escrito un abogado y nos da toda una clase magistral de los derechos de autor :))
BEsis.
Realmente parece entretenido y comparto lo que dices del turno de oficio. Cuando te turnan algo diferente es todo un reto ponerte las pilas y aprender. Sales de tu zona de confort. La entrevista es excelente.Un abrazo
ResponderEliminarJoaquín
EliminarEncantado de verte por aquí :))
SAludos.
Hola Manuela , muy buena reseña de este libro , el autor me resulta muy majo y honesto , le deseo mucha suerte con su trilogía y a ti darte las gracias por compartirla con nosotros.
ResponderEliminarTe deseo una feliz tarde, besos de flor 🌸🥰🥰💋🌸
Flor
EliminarSí, sí que lo es.
Feliz tarde para ti también,
BEsisssssssssssss...
Ay, Manuela, tu página es de un nivel inalcanzable para mí.
ResponderEliminarUn abrazo, escritora.
Enrique
EliminarPues lo mismo digo yo de la tuya, lo mismo.
ABrazossssssssssss...
Hola Manuela. Verídico: Necesaria es la experiencia para saber. Saludos.
ResponderEliminarClaro, hay cuestiones que incluso te las digan, las leas... hasta que no las vives no te das cuenta de lo que hay.
EliminarSAludos.
He leído solo la mitad, mañana seguiré leyendo pues mis ojos ya no son lo que eran.
ResponderEliminarUn abrazo.
María de los Ángeles
EliminarLa vista es importante, leer cansa pero sobre todo cansa leer en un pc o móvil. Cuidate mucho.
SAludos.