Aquello fue una matanza. De todos
nosotros solo uno sobrevivió y no estoy seguro de ser yo. Desde ese día mi
aturdimiento es brutal, ignoro si divago en el recuerdo o continúo en aquella
casa.
De lejos he visto la luz encendida.
He atravesado la cancela, el campo seco y me he asomado a través de la ventana.
Allí están los cuerpos amontonados en el suelo, unos sobre otros, chorreando
sangre, retorcidos y agujereados por las balas.
¿Acaso me atormenta la memoria, soy
yo el superviviente y vivo en un bucle sin poder olvidar, sin poder avanzar? No lo sé, soy
incapaz de ver de quién es el último cuerpo que yace bajo la pila de cadáveres,
y es que cada vez tengo menos fuerza para moverme, me voy disipando poco a
poco, desvaneciéndome en el viento, en las sombras, convirtiéndome en el eco
lejano de un susurro, de un lamento que ya me resulta ancestral.
Este microrrelato responde a una propuesta de @Besos_en_guerra en Twitter. Ante una ilustración (parecida a esta) que él elige, hay que desarrollar un microcuento.
©Manuela Fernández Cacao. Todos los Derechos Reservados
Yo creo que están todos en el cielo. O en el infierno.:)
ResponderEliminarCabrónidas
EliminarYo creo lo mismo, aquí están todos ya exitus, pero vamos..., exitus, exitus :))
SAludos.
¡Genial! Toda la angustia del masacrado, puesta ante nosotros.
ResponderEliminarBesos.
Alfred
Eliminary pensar que esta ficción se queda corta para lo que muchas veces pasa en la realidad...
BEsis.
Esta demasiado de moda para andar promoviendo ciertos relatos aunque sean micro.
ResponderEliminarAdemás resulta tan manido por las imágenes que veamos cada día en la tele que ya no mueven ni un musculo.
Erik
EliminarLos asesinatos no es que estén de moda, es que siempre los ha habido y me temo que siempre los habrá y se escribirá sobre ellos.
Hombre, decir que se promueven por escribir un micro... ¿Qué hacemos ahora con la novela negra? Lo mismo lo estás diciendo de broma.
SAludossss
Me encanta esa técnica de hablar desde la misma muerto, como los perspnajes de Pedro Páramo. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarCarlos Augusto
EliminarSí, siempre escribir en primera persona da fuerza al texto.
ABrazossss...
Es terrible la matanza, pero aun más si cabe ese estado de incertidumbre en el que ya no se puede distinguir la vida de la muerte. Le tocará seguir ese aullido ancestral de todos modos.
ResponderEliminarUn micro impactante.
Saludos :)
Volarela
EliminarCierto, la incertidumbre es lo peor, en todo, porque cuando se sabe lo que hay se asume o se lucha, pero el no saberlo trae ansiedad, inestabilidad... Lo peor.
SAludossss...
Es muy intrigante. Un beso
EliminarSusana
EliminarMe alegra mucho que te haya gustado.
BEsisssssss...
Las guerras nunca son bienvenidas, pero aún es peor lo que ocurre tras de ellas. El no saber qué puede pasarte.
ResponderEliminarUn buen micro con suspense incorporado. Un abrazo.
Campirela_
EliminarHay circunstancias capaces de sacar lo peor que se lleva dentro. La guerra, el miedo, el hambre... Te llevan a un límite desconocido de uno mismo.
ABrazossss
Quede reflexionando,abrazo.
ResponderEliminarFiaris
EliminarPues me alegro mucho porque es lo que siempre pretendo con mis micros.
BEsissss
Piszesz - Nie wiem, nie jestem w stanie zobaczyć, czyje ostatnie ciało leży pod stosem trupów. Trudno jest korzystać z tłumacza internetowego, bo czasem coś przekręca. Całości nie zrozumiałem, ale ten fragment mi się skojarzył z moją babcią. Leżała pod stosem trupów w niemieckim obozie koncentracyjnym Auschwitz-Birkenau. W dokumentach i to grubo po wojnie, miała datę śmieci z tego dnia. Ktoś z ekipy usuwającej trupy, zauważył, że się porusza. Zabrali ją i żyła kolejne lata w tym obozie, aż do końca wojny, ale w ukryciu. Niemcy uznali ją za zmarłą, ale dalej żyła.
ResponderEliminarNawet w obozie koncentracyjnym można się ukryć. :-)
Po wojnie wyemigrowała do USA. Tam ją poznałem i przez kolejne lata widywałem. W dokumentach miała, że nie żyje, ale żyła kilkadziesiąt lat dłużej.
Traducción
EliminarMe recordó a mi abuela. Yacía debajo de una pila de cadáveres en el campo de concentración alemán de Auschwitz-Birkenau. En los documentos, mucho después de la guerra, tenía una fecha de muerte de ese día, pero en la realidad, alguien del equipo de remoción de cadáveres la vio moverse. Se la llevaron y vivió en este campamento durante los siguientes años, hasta el final de la guerra, escondida. Los alemanes la dieron por muerta, pero aún estaba viva.
Incluso en un campo de concentración puedes esconderte. :-)
Después de la guerra, emigró a los Estados Unidos. Ahí es donde la conocí y la vi a lo largo de los años. Los documentos decían que estaba muerta, pero que había vivido varias décadas más.
Respuesta
Es tremendo lo que nos cuentas. La literatura siempre se ha quedado corta al lado de la realidad.
SAludosssss...
Ese alma que va difuminando, qué bien narrado. Por la paz, siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Albada
EliminarOjalá todos hiciéramos porque hubiese paz en el mundo, ojalá, pero hay gente que superpone sus intereses, casi siempre económicos por encima de los demás.
BEsissss
Dicen que los muertos no toman conciencia de su estado hasta pasado un tiempo. Tu protagonista parece estar viviendo esa experiencia.
ResponderEliminarMe ha encantado tu estilo narrativo en primera persona.
Un abrazo.
Josep
EliminarEso dicen, que al menos durante treinta días no se es consciente del nuevo estado, pero también hay almas que pasan años, siglos sin poder encontrar su lugar. Bueno, eso dicen, yo no lo sé :))
BEsissss
Asfixiante Manuela y muy bueno!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
La casa
EliminarGracias, me alegro mucho que te guste.
BEsissss
Un tragico mini relato sobre la muerte y supervivencia humana
ResponderEliminarSaludos.
Matías
EliminarPues sí, la angustia, el encontrarse perdido... La historia de una tragedia contada más allá del plano humano.
SAludosss
Hola Manuela, pedazo de micro te ha quedado, elegante y un tanto gótico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ángel
EliminarEs verdad, muy gótico :)) :))
BEsis.
Me encanta, porque si la imagen de por si sola da miedo, asi que puede que todos vayamos a ser cadaveres de esa misma matanza, morimos y nos apilan en el olvido.
ResponderEliminarJose
EliminarA veces, en el más ingrato de los olvidos.
SAludos.
Inquietante relato Manuela.
ResponderEliminarAbrazos.
Conchi
EliminarSí, sí que lo es :)) :))
ABrazossss
Cuando la memoria comienza a fallar ya no podemos estar seguros ni de nosotros mismos...
ResponderEliminarSaludos,
J.
José
Eliminary cuando estamos muertos ni te cuento ¡!¡!
SAludos.
Escalofriante, sobre todo, porque está ocurriendo realmente. Genial relato. Besos amiga mia :D
ResponderEliminarMargarita
EliminarLamentablemente cosas peores. BEsissssss...
Muy buen texto, creo que el protagonista se ha convertido en un yūrei... me temo que estará ahí atrapado, en el lugar del crimen, para siempre.
ResponderEliminarBeauséant
EliminarDebe de ser terrible, morir de forma tan trágica y no poder ni descansar después de muerto. Quizás eso sea el infierno.
SAludossss
Es tan desolador lo que está ocurriendo, más ¿Quién escucha a los muertos?.
ResponderEliminarSaludos.
El tejón
EliminarNadie, no los escucha nadie, directamente se quedan atrás.
SAludos.