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Textos y fotografías de una realidad donde nada es lo que parece
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Rompiendo normas: Innovación literaria




Cuando se domina una profesión, se puede realizar el capricho que uno imagine. En el caso de la arquitectura resulta muy evidente. En literatura sucede lo mismo.

Existen escritores que se atreven a prescindir de guiones, comas, mayúsculas y otras muchas normas gramaticales establecidas. Desafían lo convencional.  Es importante señalar que lo hacen después de haber dominado dichas reglas. Sin este conocimiento previo, su escritura no tendría sentido.


Aquí algunos ejemplos:

 

E.E. Cummings

En sus poemas ignora tanto las mayúsculas como la puntuación, incluso juega con la disposición visual de las palabras en muchas de las páginas. Nació en el 1894 en Cambridge y se hizo célebre por este dominio literario.

 

José Saramago

Su estilo minimiza las comas y puntos, prescinde de los guiones y comillas en los diálogos, buscando generar un flujo narrativo continuo, como una única secuencia de pensamientos. En el Ensayo sobre la ceguera queda clara esta técnica.

 

James Joyce

En su obra Ulises, en uno de los capítulos casi no tiene puntos ni comas.

 

Virginia Woolf

En Las olas elimina la estructura representando con ello las corrientes internas de los personajes

 

Julio Cortázar

En Rayuela el lector puede elegir el orden de los capítulos, el mismo autor propone las instrucciones al principio del libro. Con ello, pretende que la lectura sea una experiencia más dinámica e interactiva.

 

 

Romper las reglas no solo es un acto de rebeldía, también es una nueva forma de expresar las ideas, las emociones, desafiando lo establecido para abrir nuevos horizontes. 



©Manuela_ferca

Comunidades literarias

 





Los grupos literarios siempre han existido.

 

Siempre han existido grupos de artistas que se han reunido para discutir sobre la sociedad, la cultura, política… y para apoyarse mutuamente en sus carreras.

A lo largo de la historia, en estas reuniones se ha fomentado un sentido de comunidad que ha llegado a influir en el pensamiento de la sociedad en general.

Recordemos las reuniones del café Gijón en Madrid en la primera mitad del siglo XX, la llamada Generación del 27 con García Lorca, Alberti, Cernuda, Aleixandre… o el Grupo de los 50 incluyendo poetas como Blas de Otero y José Ángel Valente.

 

En la actualidad, salvando las distancias, siguen dándose estas reuniones, pero de forma paralela, en el espacio virtual y mediante las plataformas digitales, escritores noveles de cualquier parte del mundo conectan entre ellos. Voy a referirme a este segundo y amplio grupo.

 

 

Compartir tiempo con otros escritores puede ser beneficioso (o no).  Analicemos los pros y los contras.

 

.-Los grupos permiten recibir críticas sobre lo que se comparte, siempre que estas críticas sean objetivas y constructivas, ayudan a mejorar el estilo.

.-Al estar en contacto con otros escritores es más fácil mantener la motivación y adquirir  el hábito de escribir, lo cual es imprescindible para llegar a ser profesional.

.-Se suele compartir recursos útiles, recomendaciones de lecturas.

.-Se facilitan colaboraciones y formas de llegar al mundo editorial, si así se pretende.   

 

 

Claro que también está lo negativo:

 

.-Compararse a sí mismo con los éxitos alcanzados por los otros miembros del grupo, puede generar frustración.

.-La influencia entre los miembros puede hacer perder el estilo personal de cada uno de ellos.

.-También se puede perder el tiempo si el grupo está dentro de una red social.  

.-En algunos grupos solo se escucha: qué bonito, qué bien escribes…  y se acaba por creerlo.

 

 

 

 

Yo diría que hay que encontrar un equilibrio entre la individualidad y la colaboración. Unirse a una comunidad literaria puede ser una experiencia enriquecedora pero siempre que se aproveche lo positivo y se descarte lo negativo y ahí es donde está la dificultad.

 

La clave está en utilizar el grupo como un apoyo sin perder de vista que lo importante es escribir con nuestro propio estilo y leer, leer mucho.

 

 

©Manuela_ferca







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Sombras del otro lado. Misterios paranormales

 



Como muchos de vosotros ya sabéis, escribo relatos, la mayoría centrados en misterios, fantasmas y lo paranormal. Este género es mi favorito, no solo porque es lo que mi imaginación me dicta, sino también porque muchos de ellos reflejan mis vivencias y experiencias personales. De hecho, no en pocas de mis historias, hay un rastro, una huella de algo real, algo vivido, siendo lo difícil saber dónde termino de contar lo real y dónde comienzo lo imaginado.

Sé que muchos de mis lectores, así como escritores que nos seguimos, sienten interés por estos temas.  Por otro lado, me consta que lo paranormal es algo recurrente en la vida de muchas personas, si no de todas,  y la mayoría prefieren no compartir sus experiencias por miedo a lo que los demás puedan pensar. 

Por todo esto he decidido crear un espacio donde podamos reunirnos. Un lugar en el que todo aquel que quiera contar sus experiencias inexplicables o simplemente leer sobre ellas, tenga su rincón especial para expresarse libremente, incluso de manera anónima.

 

La plataforma que he elegido para este proyecto es Facebook ya que me parece la Red más adecuada para construir esta comunidad.

También deciros que aquellos que tengan publicaciones relacionadas con el misterio, podrá promocionar sus libros libremente todos los viernes. 

 

Algunos temas tratados:

Fotografías fantasmales

¿Existe vida después de la muerte?

Poltergeist

Carlo Acutis / Aldo Linares / Experiencias del Doctor Gaona



Sombras del otro lado. Misterios paranormales

https://www.facebook.com/groups/882166963302447

 

Os espero.

Autopublicar, una elección

 


Iffany


La motivación principal y más importante de la autopublicación es tener control absoluto sobre el libro en todos sus aspectos, desde la escritura del manuscrito hasta que llega a las manos del lector.

 .-Publico lo que quiero. Tengo esa libertad que parece obvia pero que si tratas con terceros ya no existe. No dependo de editores, de criterio ajeno. Soy yo quien decide sobre qué escribir, qué género… Yo y mi creatividad.

.-Publico cuando quiero. No tengo que esperar un momento determinado ni apresurarme por cumplir un plazo. Publico cuando siento que mi libro está listo para ver la luz.

.-Si tengo ganancias son mías al igual que si tengo pérdidas. Los autores autopublicados asumimos una inversión, en muchas ocasiones bastante considerable. Pero también es cierto que los beneficios por cada libro, las regalías, son mayores y se reciben más rápidamente que con las editoriales convencionales que suelen pagar de forma anual. Ah, también le pongo el precio que yo misma considero.

.-Cambio el contenido, la portada cuando quiero. Puedo revisarlo y tenerlo siempre actualizado en caso de que sea un ensayo y quiera añadir algo relevante o incluso una novela y quiera revisar algún personaje.

.-No me ato a ningún contrato, no cedo derechos. Siempre soy yo quien tiene la potestad sobre mi obra.

.-Sin intermediarios no hay problemas. Un día si y otro también leo cómo a los nuevos escritores no dejan de ocurrirles incidente con terceros a los que ha confiado su obra. Quien evita el riesgo evita el problema (Ya, no siempre sucede).

.-El libro no se agota, no se descataloga. A diferencia de las editoriales donde un libro puede ser retirado del catálogo y de hecho siempre llega el momento en el que se descataloga si se deja de vender.  Un autopublicado siempre tendrá su obra vigente en las redes sociales, en la plataforma donde se haya publicado, en los anuncios que contrate.  

 

Hay muchos otros motivos por el cual un escritor se decanta por autopublicar, estos son solo algunos de ellos.


©Manuela_ferca