Esta noche tendremos un eclipse de luna total.
Su infrecuencia —en un mismo lugar pueden pasar de dos a cinco años para volverse a ver— hace que se le considere especial,
casi mística. Luna de sangre se le suele llamar.
Las culturas antiguas lo asociaban a presagios y a magia, a
secretos que solo unos conocían, a ritos que marcaban destinos. Decían que
quienes la contemplaran, sentirían un cambio dentro de ellos, algo que jamás podrían explicar.
Hoy, la luna teñirá de rojo la tierra. Bajo su brillo, lo imposible parecerá más real.
Uno de mis libros, Alta tensión. Relatos de misterio y
suspense, incluye una historia centrada en este fenómeno, La
calavera.
Bernardo, escritor fracasado, acude a una charla literaria en la
universidad. En dicha conferencia se hace de una calavera que le servirá de
inspiración para una nueva novela, novela que dará un vuelco a su vida.
A este relato le acompañan nueve más, todos ellos hacen reflexionar
sobre el mundo de lo intangible. Narraciones que desafían la lógica y la razón.
Un viaje donde lo conocido se encuentra con lo extraordinario.
“...una luna rojiza iluminaba la noche, luna de
sangre le llaman…”
Sí, encontró la calavera, pero no en una noche
cualquiera, sino en una noche de luna de sangre.
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