“Cuando anuncian por el altavoz que se ha perdido un niño, siempre pienso que ese niño soy yo”
-Ramón Gómez de la Serna-
Esta espectacular frase es una greguería de este autor, que sin embargo, funciona perfectamente como microrrelato. Entre otros detalles:
.-Cuenta una historia con inicio, desarrollo y final reflexivo, todo en un mínimo de palabras.
.-El lector reproduce en su mente dos historias, la del niño perdido y la del narrador vulnerable a la búsqueda de su identidad.
.-Partiendo de una situación común, el autor crea una narrativa cargada de emoción y significado psicológico transmitiendo un conflicto interno y una tensión que impactan y perturban al lector.
Esta breve frase podría ser el resumen de una novela de 200 páginas siendo de las pocas greguerías, que a mi juicio, funciona también como microrrelato.
✍Ahora te toca a ti, si quieres crear un microrrelato inspirado en esta imagen, este es tu momento. Subiré, como de costumbre, tu texto al cuerpo de esta entrada junto a tu nombre y url de tu blog.
Guillermo Casstillo - Microbrevedades -
Si esos son mis zapatos es porque perdí la cabeza.
Campirela_ -Campirela-
La pista que susurra el viento
Los zapatitos descansaban en el campo como si esperaran que alguien los reconociera. No tenían dueño, pero sí historia.
Clara los encontró una tarde mientras buscaba luciérnagas. Eran rojos, con una manchita blanca en la puntera, y olían a sol.
Al día siguiente, volvió con su cuaderno. Los rodeó de dibujos, interrogantes y preguntas escritas con lápiz.
¿De quién eran? ¿Por qué estaban allí?
Un vecino dijo haber escuchado risas en la madrugada. Otro, que esos zapatos habían bailado en fiestas antiguas.
Cada nuevo relato tejía el mapa de un niño invisible, un fantasma de alegría que alguna vez corrió por esas hierbas.
Clara siguió buscando, sin miedo, como quien sabe, que algunas respuestas no se encuentran… se inventan.
Los zapatitos descansaban en el campo como si esperaran que alguien los reconociera. No tenían dueño, pero sí historia.
Clara los encontró una tarde mientras buscaba luciérnagas. Eran rojos, con una manchita blanca en la puntera, y olían a sol.
Al día siguiente, volvió con su cuaderno. Los rodeó de dibujos, interrogantes y preguntas escritas con lápiz.
¿De quién eran? ¿Por qué estaban allí?
Un vecino dijo haber escuchado risas en la madrugada. Otro, que esos zapatos habían bailado en fiestas antiguas.
Cada nuevo relato tejía el mapa de un niño invisible, un fantasma de alegría que alguna vez corrió por esas hierbas.
Clara siguió buscando, sin miedo, como quien sabe, que algunas respuestas no se encuentran… se inventan.
Ester - Autodidacta -
Le regalaron unos zapatos y lo llevaron por el mismo camino que había recorrido el muerto.
©Manuela_ferca
,
Sin duda alguna cumple los parámetros mencionados. Saludos desde Colombia estimada manuela.
ResponderEliminarGuillermo,
EliminarSAludos desde Madrid.
Si aquí esos son mis zapatos es porque dejé mi cabeza.
ResponderEliminarGuillermo,
EliminarGracias por tu aportación :))
La pista que susurra el viento
ResponderEliminarLos zapatitos descansaban en el campo como si esperaran que alguien los reconociera. No tenían dueño, pero sí historia.
Clara los encontró una tarde mientras buscaba luciérnagas. Eran rojos, con una manchita blanca en la puntera, y olían a sol.
Al día siguiente, volvió con su cuaderno. Los rodeó de dibujos, interrogantes y preguntas escritas con lápiz.
¿De quién eran? ¿Por qué estaban allí?
Un vecino dijo haber escuchado risas en la madrugada. Otro, que esos zapatos habían bailado en fiestas antiguas.
Cada nuevo relato tejía el mapa de un niño invisible, un fantasma de alegría que alguna vez corrió por esas hierbas.
Clara siguió buscando, sin miedo, como quien sabe, que algunas respuestas no se encuentran… se inventan.
Espero que no me haya pasado de palabras . Un palcder . Besos
Campirela_
EliminarGracias por tu hermosísima aportación.
BEsis.
Si me permitís, Anónimo y tú, diré que no sólo la cabeza, sino también la identidad. :))))))
ResponderEliminarNo lo publiques como micro porque no lo es.
Lo que quiero señalar a Guillermo es por qué firma cómo Anónimo. Si además es el que comenta en diferentes blogs. Respetando las dec isiones de cualquiera, me pregunto si es que su propio blog, perfil, se lo marca.
Si este fuese el caso, Guillermo, basta un simple "clic" en tu blog para resolverlo.
En mi perfil del blog está mi correo.
Abrazo a los dos.
Ernesto
EliminarYo he dado por hecho que blogger no se lo ha permitido en ese momento.
Blogguer cada vez está peor, a mí no me dejaba enlazar los blogs y ahora, así por que sí, ya me deja. No, rectifico, por que sí no, es que yo soy una chica "mu güena..." y claro... ;))
No me cabe la menor duda de las bondades literarias de la chica "mu güena".
EliminarDemostrado queda a lo largo del tiempo.
Cabría un puntito más en ese título, merecido, si la joven nos invitase a un "Martini" al mediodía en ese Madrid suyo de los Austrias... ¿Hace? :))))))
Ernesto
EliminarPues a ver quien se presta, que yo esconderme no me escondo :))
Poder lograr condensar tantas cosas en tan poco sitio, siempre me ha parecido cosa de magia :)
ResponderEliminarBeauséant
EliminarTodo es intentarlo e ir practicando su técnica :))
Me encanta tu idea y me atrevo:
ResponderEliminarLe regalaron unos zapatos y lo llevaron por el mismo camino que había recorrido el muerto.
Gracias y un abrazo
Ester
EliminarGracias por tu aportación :))
ABrazos.
Reto muy bien superado.
ResponderEliminarAplauso.
Toro salvaje
EliminarPues sí, los comentarios son a cuál más enconmiable.
SAludos.