El arte de marcar la página


 

Gerard Serra me preguntaba en una red social por los marcapáginas. Pues aquí voy…

 

Para mí, doblar las hojas de un libro es pecado literario. Pienso que los marcapáginas deben ser indispensables a la hora de leer un libro físico, y de usarlos, también que sean bonitos, la estética siempre debe estar presente.

Resumiendo: los marcapáginas son imprescindibles, cuidan los libros y los embellecen.

Particularmente tengo muchos, desde los más sencillos hasta otros vintage, hechos a mano, de madera, de cartulina, de tela, aluminio, también utilizo de marcapáginas algunas postales que considero especiales… Cada uno tiene su propia historia, unos han sido regalos, otros mero capricho, alguno un hallazgo inesperado en un escaparate… los que me han regalado los autores de algún libro y venían acompañándoles, quedan en ese libro.
En la foto una pequeña muestra.

Cuando leo no solo disfruto del libro, también de ese pequeño objeto que marca mi lugar en ese momento. Y así es como el marcapáginas se convierte en mi compañero de lectura, una pequeña joya que añade un toque especial a cada página que paso.

Para quien no lo sepa, su historia se remonta siglos atrás... 

Sobre el siglo I, en tiempos del Imperio Romano, ya utilizaban tiras de cuero o material del mismo pergamino para marcar sus rollos de escritura, una práctica que más tarde se aplicaría a los códices. 

En el siglo VI los monjes y escribas empleaban tiras de cuero cosidas al lomo del libro.

En el siglo XVI ya con la imprenta de Gutenberg en marcha, comenzaron a popularizarse los marcapáginas como accesorios independientes. Algunos eran de tela, otros de papel, o bordados incluso personalizados.

En el siglo XIX empezaron a fabricarse como elemento independiente y se hicieron accesibles. Papel, seda, cuero, metales preciosos… todo dependiendo del estatus de quien lo utilizara.

Hoy en día hay marcapáginas que son obras de arte en miniatura, con unos diseños totalmente creativos. 

El marcapáginas es un accesorio que acompaña durante siglos al libro y por tanto también a los lectores. 


Aquí el libro electrónico no tiene nada que hacer.
Libro físico 1, libro electrónico 0.

©Manuela_ferca


Gerard Serra en X @gerardserra

Elblogdegerardserra.com





28 comentarios:

  1. Bueno, es que el libro electrónico no lo necesita. Él recuerda en que punto dejaste la lectura y cuando lo vuelves a abrir aterrizas en ese punto.
    En los libros físicos a los que algunos extremistas llaman "asesinos de árboles" a mi, los que más me gustan son los magnéticos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ricard
      A mí me gustan todos, como ya he dicho, pero mis preferidos son los vintage :))

      Eliminar
  2. El libro electrónico tiene su marcapáginas, mujer :) Vale, es una cosa bien, fea, una mancha en la parte de arriba, cierto. La ventaja es que puedes poner los que quieras y es fácil volver a ellos.
    Culpable, a veces doblo las hojas de los libros, lo siento... aunque conocí a alguien que en un viaje se dedicó a arrancar las hojas leídas para "aligerar peso"...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Beauséant
      Yo libro electrónico no tengo como tal, prefiero la aplicación en el pc, es un aparato menos a que se estropee :)) En cuanto al que arrancaba las hojas del libro para aligerar peso ¿qué grosor tenían las hojas? Qué fuerte.

      Eliminar
  3. Algunas pocas editoriales que siguen editando en tapa dura aún utilizan el lazo unido al interior de lomo como marcapáginas. Sin dudas es de las mejores opciones.

    Saludos,
    J.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. José A.
      El lazo en el libro es lo más práctico que se ha inventado desde la rueda. Te doy la razón.
      SAludos

      Eliminar
  4. Soy de libro físico y marcapáginas: 2-0
    Muy interesante los datos que das sobre el marcapáginas. Gracias.
    besos

    ResponderEliminar
  5. Hay puntos de libro magníficos, y siempre son útiles, ya lo creo.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Albada
      Yo en general hablando, apuesto por la utilidad y dentro de ésta, por la estética.
      BEsissssss...

      Eliminar
  6. Un detalle que para mí es muy interesante. Aborrezco esa prática malsana de doblar una página por la esquina para marcar dónde el lector se ha quedado tras haber leído unos capítulos del libro. Yo uso marcapáginas de muchos tipos, pues tengo una pequeña colección, desde los que se obtienen por deferencia de la librería hasta los obsequiados por amigos, algunos de los cuales son una chulada y están hechos de distintos materiales.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Además, hay marcapasos que son obras de arte. Me gustan y mucho más cuando el autor del libro tiene la gentileza de reglarlo.
    Un besote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Campirela_
      Pues sí, es un detallazo, yo me lo estoy planteando.
      BEsis.

      Eliminar
  8. Respuestas
    1. Lirtea
      La mayoría me los hace mi hermana, y ella tiene manos privilegiadas :))

      Eliminar
  9. Cierto, otro detalle para no pasarme al libro electrónico.
    Yo tengo muchos, porque es de los objetos que compraba como recuerdo cuando viajaba, aunque desde hace unos años uso unos que hizo mi hija mayor, dibujante, que de niña inició un "emprendimiento" de marcapáginas. Nosotros poníamos los materiales, los plastificábamos, ella dibujaba y se quedaba con la ganancia. Varios de ellos me gustaban tanto que no los vendía, jaja

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Respuestas
    1. Erik
      A mí también me gustan mucho, bueno, ya lo dije :))
      ABrazos

      Eliminar
  11. Ay lo que son esos marcapáginas *-* hermosa entrada, bella.

    Un besote desde Plegarias en la Noche

    ResponderEliminar
  12. Recuerdo con agrado que, en libros de antes, de cuando niño, no míos, pero casi siempre de mujeres, o de mi abuelo, había, si no como marcapasos sí como "recuerdo" de algo, algunas hojas de árbol o pétalos de rosa.
    ¡Tenían su encanto! ¡Y razón de ser, seguro!
    Abrazos Manuela. ¡Felices Fiestas!

    ResponderEliminar
  13. Eso de doblar las hojas de un libro me da de todo cuando lo veo. Por eso NUNCA presto mis libros. 🤗 Y ahora la moda de escribir en ellos, PEOR.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. LJ Román
      ¿Escribir en ellos? ¿Estamos locos?
      Nada, nada, yo ya dejé de prestar libros, antes compro un ejemplar y se lo regalo.
      SAludos.

      Eliminar

Los mensajes que contengan insultos, palabras soeces o sean anónimos no serán mostrados.