Tras besarnos, de manera fogosa, cerraste la puerta, pero yo
no me fui. Me quedé agazapada en las escaleras. La esperaba. A ella. A la mujer
que se interpuso en mi destino. A aquella a quien hacías regalos como a mí y agasajabas
con viajes como los míos. Fue puntual. Llevaba unos pendientes iguales a los de
nuestro aniversario de bodas. El plan tenía que seguir su curso, había que
poner fin.
En unos
minutos todo se cubrió de sangre. En tu mano puse el arma y nosotras juramos no
volvernos a ver jamás.
Texto y Fotografía de ©Manuela Fernández Cacao. Todos los Derechos Reservados
Un comienzo de una trama que bien pudiera desencadenar en algo mucho más. Un abrazo Manuela pocas letras mucho contenido.
ResponderEliminarQue buen micro, el giro es drástico y dramático. La fotografía me gusta ¿es tuya?
ResponderEliminarUn abrazo.
Angel
EliminarSí, sí, la fotografía es mía. Es más, es un selfi :)) :))
nada bueno puede salir cuando dos personas despechadas encuentran un enemigo común :)
ResponderEliminarOhhhhh, sorprendente final¡¡Magnifico microrrelato
ResponderEliminarBuen final, Manuela!
ResponderEliminarBesicos Muchos.
Una venganza en toda regla.
ResponderEliminarAbrazos.
Buenísimoooooo!
ResponderEliminarLo bueno si breve, dos veces bueno.
Todo era verdad lo que sentía y todo mentira tras la puerta. ¿Cómo se jura no volverse sin poner fin?
ResponderEliminarEres una maestra de los cortos y de las tragedias, Manuela.
Un abrazo.
Una historia que da un giro inesperado.
ResponderEliminarSaludos.
Fantástico, adoro tus relatos. Besos :D
ResponderEliminarUn triángulo indeseado por dos de sus lados y el culpable de ello pagó con su vida. Siempre me han dicho que las mujeres despechadas son muy peligrosas, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Imaginación al poder !
ResponderEliminar¿Dos mujeres, se supone que rivales, poniéndose de acuerdo?
¿Posible? —Sí.
¿Probable?— También, pero un poco menos. 😊
No hay crimen perfecto. Matar una persona sera una pesadilla que nunca podran sacar de sus mentes.
ResponderEliminarMe ha helado la sangre este relato
Uf!!! Que fuerte no? Pero tú lo has decidido así al escribirlo.
ResponderEliminarFeliz día.
Así debieran acabar las personas que juegan a dos bandas. No todo vale en el amor. Que la mentira de los sentimientos se pague con muerte.
ResponderEliminarEl amor y el odio se tocan. Un beso
ResponderEliminarPues nada, muy bien, no se puede jugar a dos barajas a la vez.
ResponderEliminarBien....
ResponderEliminarSi, me gusta.
Ocultar acciones inapropiadas pueden tener consecuencias.
ResponderEliminarAbrazo.
bellisimo
ResponderEliminarAdoro cada una de tus letras
ResponderEliminarCon esta temática que publicas no sé yo si será buena idea acudir a esas charlas en conjunto que sugieres en mi blog... :))))
ResponderEliminarBueno yo sí asistiré, gozo de cierto atrevimiento ante situaciones como las que describes!
Excelente texto. Muy real. Y sino, debiera serlo.
Abrazo Manuela.
¿La traición pesa más que una muerte?
ResponderEliminarSaludos,
J.
Hala, ni pa ti, ni pa mí.
ResponderEliminarSalu2.